A estas alturas seguramente ustedes ya vieron el video de Nuevo Laredo, si no… seguramente se aventaron la semana encerrados en un búnker antinuclear, porque es de lo que todo el mundo habla. Qué bueno que el ejército haya pedido que sea la Fiscalía quien se encargue de las averiguaciones. Sin embargo comparto algunos comentarios de Raymundo Ramos, defensor de derechos humanos de ese lugar, quien me aseguró no tener la denuncia de “ningún familiar” de las víctimas (y éso que hubo cinco muertitos).
El compañero Raymundo, otro de las víctimas de Pegasus, dice tener muy bien documentados otros cinco casos igualitos a los del video donde hay ejecuciones sumarias por parte de los militares. Y que lo “único que queda por parte de la milicia ,es cambiar a todos los efectivos establecidos en Nuevo Laredo y mandarlos a algún otro estado de la República. Y enviar a este lugar soldados que no estén viciados en ese círculo de violencia. Él asegura que quienes defienden la paz el Nuevo Laredo, terminan enloqueciendo de furia”. Y como hay tanto huérfano del narco, no es raro ver que los jovencitos tomen las armas criminales para cobrar venganza contra los milicos.
En otro aspecto de armas llamó mucho la atención el video de la alcaldesa Sandra Cuevas donde asegura estar más que puesta para dirigir a la policía capitalina. Allí despotrica que los “abrazos” no sirven de nada mientras echa bala con una arma. Sin embargo yo creo que la idea se la sugirió su Pior es Nada, quien es el delegado de la FGR en el EDOMEX. Mismo con el que sale en un video plantándole tremendo quico durante un reve en Plaza Garibaldi. La verdad no soy partidaria de seguirles el juego a quienes aseguran que los guaruras de la señora Cuevas provienen del cártel de La Unión. De hecho a su pareja ya lo habían tachado de líder de ese grupo criminal (nada más por portación de rostro).
Éso me convertiría exactamente en lo que más me aleja de la oposición: su racismo y su clasicismo. Si a alguien le consta que la señora tiene amistades delincuenciales, pues que lo denuncien. Ahora bien, Martí Batres retomó un viejo y buen programa para sacar las armas de la casa. Y consiste en que las lleven (por ahora a la Basílica de Guadalupe), para que le entreguen un dinerito y enfrente de la persona, sean destruidas.
Ya llegó una abuelita con dos armas largas y como con 100 cartuchos utilitarios, por los que recibió a cambio casi 30,000 morlacos. No me parece que los actos políticos de este programa se realicen también dentro del territorio de la iglesia, ya que ésta debe estar separada de nuestro Estado laico. Pero debo reconocer que a la gente le da confianza llevar ahí las armas porque no los van a pepenar. Sin embargo, como dice Magda Coss, especialista en la materia: deberían tener otra forma de analizar las armas antes de destruirlas, porque muchas pueden venir calientes y de esta forma perder muchas pistas.
POR FERNANDA TAPIA
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