MALOS MODOS

Las corcholatas y la unidad

Con las corcholatas lanzadas a Palacio Nacional, vamos a tener oportunidad de comprobar algo que dijo el presidente: la 4T permitirá que sus mejores representantes contiendan democráticamente por el liderazgo, pero siempre dentro de un ánimo de unidad

Las corcholatas y la unidad
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Con las corcholatas lanzadas a Palacio Nacional, vamos a tener oportunidad de comprobar algo que dijo el presidente: la 4T permitirá que sus mejores representantes contiendan democráticamente por el liderazgo, pero siempre dentro de un ánimo de unidad.

Circula un video sin audio que el conservadurismo ha querido vendernos como un conflicto entre Claudia Scheinbaum y Alfonso Durazo, derivado de dos conflictos, entre mi Claudia, por un lado, y Marcelo y Monreal, por los otros. Mi gallo, el compañero Noroña, dijo que Claudia tenía razón: que había el compromiso de que las corcholatas llegarían al encuentro sonorense solos, y que sus contendientes no cumplieron y llegaron con hordas de arrastrados. Fuentes cercanas al doctor Patán dan fe de que eso es errado; de que ahí sí se equivoca mi Noroña.

Por dos razones. La primera es que la en la 4T no existe el acarreo. Priva el solovinismo, conforme a las enseñanzas de nuestro Líder Eterno. Hubo puro espontáneo. Claudia, según me garantiza un testigo presencial, lo que hizo fue agradecerle sus esfuerzos a Durazo: “Cuando tú –fue ahí que lo señaló con el dedo– vayas a la capital voy corresponder tu amabilidad con una cena, Poncho. Qué bonito que el pueblo venga a manifestarse, aunque sea en favor de mis contrincantes. Por cierto, qué bien tienes el estado, qué seguro”.

Ese espíritu de sana deportividad no es, por supuesto, exclusivo de la ex jefa de Gobierno. ¿Alguien puede imaginar que privarán la mala fe o la marrullería entre los otros dos contendientes, Marcelo y el doctor? ¿Acarreados, filtraciones a los medios? Esto ya cambió. No somos iguales. Todas las corcholatas están permeadas de espíritu democrático y progresista, y privilegiarán lo que sea mejor para el pueblo.

El mismo espíritu, obvio, dominará las relaciones entre aquellos a los que se les ha recomendado la honrosa tarea de relevar a las corcholatas en sus puestos anteriores a la no precampaña. Pienso en Martí. Uno pensaría que su jefatura provisional debe estar marcada por una mezcla sublime del espíritu de la lucha callejera y la religiosidad impecable de La Luz del Mundo, y que esa mezcla podría sublevar a un católico sin tacha como el padre Solalinde. No será así. El padre, que como sabemos por su devoción presidencial es capaz de reencontrar la fe donde menos se esperaría, puede reubicar su búsqueda de Dios en la organización que iluminó con su fe el Palacio de Bellas Artes.

Hablando de reacomodos, dije arriba que mi gallo es el compañero Noroña. Sí: nos urge un viraje definitivo hacia el castro-chavismo, vía Las Vegas. Sin embargo, el doctor Patán es parte del referido espíritu de unidad y está dispuesto a colaborar con cualquier presidente de la 4T. Marcelo, doctor, Claudia: si no han decidió quién será su secretario de Salud, paren de buscar.

 

Julio Patán 

Colaborador

@juliopatan09 

LSN

 

 

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