Como se veía venir y como lo adelanté en este espacio hace un par de años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdería una a una las elecciones en los estados donde tradicionalmente era la fuerza política más poderosa.
Así perdió Oaxaca, Hidalgo, Colima, Campeche y recientemente el Estado de México. Este último gobernado por más de 86 años por el famoso grupo Atlacomulco.
Varios son los factores, uno de ellos son las alianzas pragmáticas entre PRI, PAN y PRD, las cuales son muy irregulares, ya que esto no siempre significa que los partidos que se unen van a poder sumar a sus electorados.
Hay panistas a los que no les gusta la alianza con el PRI, hay perredistas que no les agrada que el PRD se alíe con el PAN, por eso en estos acuerdos se pierden electores y eso explica que en estos lugares donde hay elecciones se presente el fortalecimiento de otras opciones.
Otro factor, es la incompetencia de los actuales dirigentes. El del PAN, Marko Cortés, líder sin carisma, bastante gris, que no emociona ni a su voto duro y mucho menos los convence de ir a votar en elecciones donde el gran triunfador sigue siendo el abstencionismo. Por su parte el PRI, en la figura de Alejandro Moreno, cuenta con el típico personaje de películas como “La Ley de Herodes” o “El Infierno”, donde vemos a un exgobernador pendenciero, hablador, y, sobre todo, desleal. El dirigente del tricolor es capaz de traicionarse ya no digamos a si mismo, sino a su propia madre si es necesario.
Evidentemente hay más factores, entre ellos tantos años de abandono a los más desprotegidos, décadas de un trato clasista y racista hacia ciertos sectores de nuestra población, por parte de los que hoy critican con más vehemencia el triunfo de MORENA en la última elección en el Estado de México.
La ganadora en la elección del Estado de México podrá no ser la mejor candidata, la que más bonito hable o la más honesta dentro del partido guinda, es más, ella no gobernará, lo hará Higinio Martínez y Horacio Duarte, como lo hace Félix Salgado Macedonio en Guerrero. Sin embargo, le parezca a quien le parezca, el pueblo pone y el pueblo quita.
Esto es lo triste, como los tendría a los mexiquenses el grupo Atlacomulco y su último gobernador, el impresentable Alfredo del Mazo, que prefirió el electorado votar por la maestra Delfina Gómez, famosa por pedir moches a sus colaboradores siendo presidenta municipal, que volver a votar por el partido que durante todos estos años nunca les brindó oportunidades para salir de su pobreza.
Si la oposición sigue así, que al parecer todo indica que así será, en el 2024 se pueden dar por muertos, gobernará MORENA con la corcholata que gane la encuesta. Es decir, la verdadera oposición está dentro del partido en el poder, el que sea electo ganará. Si además eligen a la mejor o mejor de sus corcholatas, al ritmo que vamos arrasarán en la elección para elegir al próximo presidente de la República para 2024. Mientras tanto que los dirigentes del PRI y PAN sigan dando excusas y lamiéndose sus heridas que van derecho a otro fracaso del tamaño de su incompetencia.
Y la ciudadanía que no se queje, sobre todo los que piensan que México es Twitter o Facebook, mejor que salgan a votar en las próximas elecciones si no están de acuerdo con el rumbo que lleva el país con el presidente López Obrador.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
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