Dentro de cinco días, los ciudadanos saldrán a votar en las dos entidades que elegirán gobernador este año y que son, por lo tanto, pequeños o grandes laboratorios de lo que podría suceder en 2024.
Si nos atenemos a los resultados de las encuestas, ambas contiendas estarían resueltas de antemano: en Coahuila, la alianza PRI-PAN-PRD lleva una amplísima ventaja frente a los candidatos de Morena y del PT, mientras que en el Estado de México la abanderada de Morena tiene una cómoda delantera ante la candidata aliancista. En ambos casos hablamos de diferencias de 2 dígitos.
Si bien estas, las elecciones más cercanas a las presidenciales del año próximo, son vistas como un ensayo o una aproximación, la verdad es que servirán también para medir los distintos modelos que tanto Morena y sus aliados como la coalición opositora tendrán a su disposición el año que viene.
El caso del Estado de México es el más estudiado y analizado, tanto por la importancia relativa de esa entidad en términos cuantitativos como por su relevancia política. La diversidad demográfica y socioeconómica del Edomex también lo hacen un buen espejo en el cual mirarse.
Ya hace una semana me referí al tema, y recapitulo: Delfina Gómez viene por la revancha tras haber perdido hace seis años en una elección muy cerrada, en la que abundaron las acusaciones de gastos excesivos por parte del candidato del PRI y de apoyos indebidos de parte del gobierno federal, entonces priista. Hoy se escuchan quejas similares, pero dirigidas a la candidata morenista. Mientras tanto, la priista Alejandra del Moral es vista como la escogida del gobernador Alfredo del Mazo, a quien sin embargo se acusa de no estarla apoyando suficientemente. El hecho es que Delfina tiene una ventaja promedio de 14-15% y que, por el enorme simbolismo del Estado de México, tanto Morena como Va por México se juegan el todo por el todo.
En Coahuila sucedió algo diferente, que puede servir también para jugar con escenarios rumbo a 2024:
Apenas hace unos meses, todo indicaba que Ricardo Mejía, entonces subsecretario de Seguridad del gobierno federal, era el favorito del Presidente para Coahuila. No en balde lo placeaba una vez a la semana en las conferencias matutinas. Pero, ¡oh sorpresa!, el favorecido en la encuesta de Morena fue Armando Guadiana, más conocido por sus negocios mineros y sus elegantes sombreros tejanos que por su ideario político.
Mejía hizo un enorme berrinche, se lanzó a contender bajo las siglas del PT y está ya en disputa por el segundo lugar con Guadiana. El gran beneficiado es el priista-aliancista Manolo Jiménez, que le saca ya casi veinte puntos de ventaja al segundo puesto. Y esto tiene a más de un Morenista con los pelos de punta, porque podría ser el augurio de lo que sucedería en las campañas presidenciales si una de las corcholatas se inconforma y decide romper.
Encuestadores, politólogos y adivinos tienen toda la atención puesta en esos dos estados. El próximo domingo, los votantes les mostrarán si se equivocaron o no en sus vaticinios.
POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC
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