Apuntes De Guerra

La Salud Presidencial

Los vacíos de información siempre tienden a llenarse, ya sea por versiones más o menos creíbles o por rumores deliberadamente sembrados

La Salud Presidencial
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Este domingo, las redes sociales se encendieron con la noticia no confirmada de que el Presidente de la República se había enfermado. El influyente Diario de Yucatán publicó primero que el Presidente se habría sentido mal y se había desvanecido, para más tarde informar que se trataría de un presunto infarto. No tardaron en volar rumores y versiones de todo tipo, desde las más descabelladas hasta algunas que rebosaban insidia y mala fe, hasta que tres horas más tarde el propio López Obrador informó en su cuenta de Twitter : “Salí positivo a COVID-19 y tuve que suspender la gira…”. Dos horas después un medio de circulación nacional publicaba un audio del vocero presidencial, Jesús Ramírez, negando el presunto infarto y asegurando que la gira por Yucatán seguía en marcha.

El tuit presidencial no fue suficiente para acallar las especulaciones, y en ausencia de información oficial del gobierno federal, ya fuera en forma de un reporte médico o de un mensaje videograbado del propio mandatario, los rumores y la incertidumbre aumentaron. Y es natural: la salud del Presidente de la República es un asunto de Estado y de interés nacional e internacional, así como para los medios y la opinión pública. Los vacíos de información siempre tienden a llenarse, ya sea por versiones más o menos creíbles o por rumores deliberadamente sembrados. Dado nuestro sistema presidencialista y la preeminencia del propio Andrés Manuel López Obrador en el escenario político mexicano, su estado de salud se convirtió rápidamente en el tema central de redes sociales y medios.

Esta es ya la tercera ocasión en que López Obrador enferma de COVID-19, y no es la primera vez que la salud de un Presidente de la República nos ocupa o preocupa. En el pasado otros presidentes también han dado de qué hablar: desde las severas migrañas que dejaban incapacitado a Adolfo López Mateos hasta las hospitalizaciones de Vicente Fox o Enrique Peña para cirugías, o los rumores recurrentes y no necesariamente fundados acerca de otro tipo de padecimientos del mismo Fox o de Felipe Calderón.

En todos los casos, la falta de información oficial ágil y oportuna ha propiciado la rumorología, deporte nacional por excelencia, y ha convertido en noticias (o especulaciones) de ocho columnas lo que deberían haber sido partes médicos de rutina. No tenemos en México un mecanismo institucional para informar acerca del estado de salud de los altos funcionarios, no se diga del Jefe del Estado Mexicano. Esta es una deficiencia grave, que deja al criterio o discreción individual la decisión acerca de qué, cómo y cuándo informar, y permite que se generen los vacíos tan perniciosos a los que ya me referí.

La salud del Presidente es de interés público, sí, aunque por supuesto merece respeto su necesidad de privacidad. No es un balance sencillo, pero sí necesario.

Yo le deseo pronta y plena recuperación al Presidente de la República y espero que, por bien de todos, el gobierno nos mantenga debidamente informados de su evolución.

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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