DESDE AFUERA

“Policrisis" México-EU

El término describe un mundo en el que acumulan las disrupciones masivas, sobreponiéndose las unas con las otras, interactuando todas entre sí

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El renombrado geopolitólogo Ian Bremmer usa el término "policrisis" para definir la situación del mundo actual, donde las crisis "interactúan" y se refuerzan entre sí. Son económicas, políticas y sociales, que al retroalimentarse crean otras. La relación México-EU no es ajena al fenómeno.

"Crisis energéticas, calentamiento global, sequías, guerras, pandemias e inflación: la 'policrisis' describe un mundo en el que se acumulan las disrupciones masivas, sobreponiéndose las unas con las otras, interactuando todas entre sí de maneras imprevistas e inesperadas" consignó el diario Público.

De acuerdo con el texto, "no hay una sola causa o una explicación lineal que sirva para atajar las crisis; no se ve un horizonte ni una solución que ofrezca garantías de estabilidad. Más bien al contrario: el mundo actual nos invita a asumir que la disrupción continua es el modo de estar en él".

Y esto viene a cuento porque para algunos en Washington, la relación entre México y EU está en una situación de "policrisis".

Es difícil recordar cuándo fue la última vez que hubo tantos frentes abiertos: lo mismo disparados por la progresiva extinción de la vaquita marina en el golfo de California que por el narcotráfico, igual por divergencias sobre política energética que por migración, se da por las importaciones mexicanas de arroz o la muerte de visitantes estadounidenses en México...

Pocas veces había habido una guerra de palabras tan acentuada y sin propósito como la librada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y los legisladores republicanos Lindsay Graham y John Kennedy, que desde sus respectivos púlpitos hablan a sus propias audiencias para presentar argumentos de nacionalismos verborreicos.

Ciertamente, no es con palabras respecto a lo que el otro opina lo que va a llevar a cooperación para enfrentar y abatir el tráfico y consumo de drogas, en especial fentanilo, y lavado de dinero en Estados Unidos; y tampoco para resolver el problema del tráfico de armas de fuego y blanqueo de capitales en México.

Y, mucho menos, las decenas de miles de muertos que esos fenómenos provocan en ambos países. O para enfrentar problemas comunes, como la sequía en el noroeste de México y suroeste de EU sin contar los obstáculos innecesarios a una integración económica necesaria para ambas naciones.

La guerra de palabras muestra las frustraciones de sus participantes. AMLO respondió a señalamientos sobre la protección que, según Graham, brinda su gobierno a los cárteles responsables de abatir a miles de estadounidenses adictos.

Pero lo cierto es que es más fácil atribuir la crisis por adicción a otros países que asumir las responsabilidades propias.

Graham sólo aprovecha el momento para plantear propuestas escandalosas, electoreras, con muy pocas posibilidades de llegar a algo concreto. Parte de la crisis es una herida autoinfligida: que el gobierno mexicano tenga tan pocos aliados en el Congreso y la Administración  estadounidense, debido a la falta de inversión en ese rubro. La excepción es la Casa Blanca, y eso por consideraciones políticas y de seguridad nacional. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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