Notas desde Tokio

Moda de autoservicio total

Siendo una persona que creció en Ciudad de México uno de los choques culturales

Moda de autoservicio total
Regina Palacios / Notas desde Tokio / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Siendo una persona que creció en Ciudad de México uno de los choques culturales más fuertes al que me he enfrentado ha sido el tema de la seguridad. Japón es uno de los países más seguros en el mundo, es sorprendente cuando vas a una cafetería estilo Starbucks y la gente aparta su lugar dejando su celular nuevo sobre la mesa sin supervisión en lo que hacen su orden en la caja o van al baño. O cuando por accidente se te cae algo en la calle, una bufanda o los audífonos, al día siguiente los encuentras en el mismo lugar donde se te cayeron. Gracias a esta sensación de seguridad, se pueden lograr cosas que uno nunca pensaría que podrían funcionar, como por ejemplo, tiendas que sean completamente automáticas y no requieran de empleados.

La dinámica de autoservicio sin que el consumidor sea supervisado no es nueva, en los suburbios de Tokio es común encontrar puestos de verduras y objetos viejos con un letrero que indique el precio y una alcancía al lado para que la gente que vaya a comprar, digamos una bolsa de zanahorias, tome la bolsa e inserte su pago directo en la alcancía sin que nadie tenga que estar atendiendo el local, y sorprendentemente funciona. Las personas no toman más de lo que pagaron, no hacen destrozos y la alcancía no desaparece misteriosamente.

Con este mismo concepto en mente, muchas de las cadenas más grandes del país como Seven Eleven y Daiso (tienda de 100jpy) están implementando el auto servicio total en el cual el usuario lleva sus compras y las paga directamente en una caja automática con mínima ayuda de un empleado. 

Este mismo sistema fue implementado desde el año pasado en todas las tiendas de la marca de ropa Uniqlo y su tienda hermana GU que para referencia suelen ser tiendas del tamaño de un Zara o H&M, y ahora en estos comercios también llevas tus prendas a la caja automática, las depositas dentro de esta y la misma caja cuenta e identifica las piezas generando tu cuenta en cuestión de segundos, además de que puedes seleccionar que el servicio sea traducido a cualquier idioma facilitando las compras a los cientos de turistas que visitan la ciudad todos los días.

También se han empezado a ver muchos negocios pequeños, generalmente de ropa de segunda mano, que a pesar de no tener el mismo nivel tecnológico también han optado por tiendas completamente automáticas donde con un sistema de etiquetado se indica el precio de la prenda y puedes pagar en una máquina dispensadora o directamente en una alcancía. Este sistema permite que muchas personas que se ven limitadas por cuestiones de edad, salud o capacidad económica puedan vivir de sus pequeños negocios.

POR REGINA PALACIOS
@babyblue____

MAAZ

 

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