ACCESO LIBRE

La prueba del fentanilo

La amenaza que esto representa para el gobierno de Joe Biden, llevó a que el FBI y la CIA consideraran el tráfico de drogas, especialmente las sintéticas, como una amenaza a su seguridad nacional

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Las relaciones entre México y Estados Unidos están tensas y deterioradas. Ahora es la crisis del fentanilo, una droga sintética que es hasta 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más fuerte que la heroína, el nuevo foco de presión. Hace dos semanas hablábamos en este Acceso Libre de las acusaciones desde Washington ante lo que consideran la impasividad de la administración de López Obrador para abordar la violencia criminal desmedida y hacerle frente al narcotráfico. Las críticas están cobrando fuerza, luego de que la DEA señaló a los cárteles mexicanos de ser los principales introductores de esa droga, particularmente el de Jalisco y Sinaloa.

La amenaza que esto representa para el gobierno de Joe Biden, llevó a que el FBI y la CIA consideraran el tráfico de drogas, especialmente las sintéticas, como una amenaza a su seguridad nacional, al mismo nivel que representan las potencias como Rusia, Corea del Norte y China, este último advertido que deberá hacer algo para detener la producción de los precursores que en México terminan convirtiéndose en las pastillas que se venden en el mercado de Estados Unidos. El mismo informe pone de relieve que el fentanilo es un riesgo para México, puesto que a diferencia de otras drogas como la cocaína y la heroína, tiene el potencial para ser grave peligro de salud pública, a la vez de un atractivo mercado para los narcotraficantes que buscarán clientes en México.

A pesar de la pruebas, el Presidente López Obrador ha insistido que el fentanilo es problema de EU, negando su fabricación aquí, e incluso llegando a asegurar que su uso médico debería ser prohibido, aunque desde el punto de vista de especialistas es prácticamente imposible.

Del lado estadunidense, las cosas también se están calentado. Los medios de comunicación dieron amplia difusión al secuestro y asesinato de los ciudadanos estadunidenses en Matamoros hace dos semanas. Como hace mucho tiempo no pasaba, los noticieros nacionales de televisión en el horario estelar iniciaban sus emisiones con la imagen que dio la vuelta al mundo, hablando de la inseguridad que se vive en la frontera.

Esta semana, los informativos le dieron amplia difusión a las declaraciones de López Obrador donde culpaba a EU de no hacer mucho frente al fentanilo y cuando aseguró que México es un país más seguro que su vecino. Los analistas lo tundieron.

Esto ya ha sido registrado por el embajador Ken Salazar, a quien esta semana no se le vio con la cara de ánimo que presentaba meses atrás. Los dichos de AMLO no cayeron nada bien entre sus jefes y legisladores.

El presidente mexicano ha respondido con la retórica doméstica, que no es entendida en el medio de la política estadunidense. Allá quieren resultados, ver decomisos, narcos detenidos y extraditados. Quieren cooperación y una mayor intervención en las investigaciones.

Difícil papel tiene el canciller Marcelo Ebrard, quien tendrá que hilar fino, otra vez, para evitar un descarriamiento en sus relaciones… y en su aspiración presidencial.

CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

COLABORADOR

@carloszup

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