ECOS DE LA CIUDAD

#HAGAMOS COMUNIDAD_OSC. Para volver a la Unidad

Como sabemos, la polarización política es un fenómeno social multifactorial, en el que los ciudadanos se dividen en posiciones irreconciliables y en las que parece no haber punto medio o lugar de encuentro para las diversas creencias y opiniones

OPINIÓN

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Humberto Morgan Colón / Ecos de la ciudad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después de enterarnos del fallo en contra de Genaro García Luna en una corte de Brooklyn y de atestiguar la concentración de miles de personas en el Zócalo capitalino en defensa del INE, como reacción de ciudadanos al llamado Plan B. se preparó el combustible para incendiar aún más la maltrecha convivencia política nacional, escalando el tono de las descalificaciones y de los insultos que se arrojan a la cara los principales personajes de la Administración Pública Federal y de los Partidos Políticos de Oposición. 

Actitudes, que permean y reproducen los seguidores de estos grupos, calentando aún más el clima social, de una sucesión presidencial adelantada. En la que ambos bandos, quieren hacerse del mayor número de electores, para ratificar, por un lado, la llamada Cuarta Transformación o lograr por el otro, la alternancia en el poder. Cabe resaltar que los dos grupos no tienen mística, ni adhesión a la consigna fundamental del ejercicio de la Política, que es la de dirimir conflictos y diferencias a partir del respeto al adversario, el dialogo y el consenso.

Como sabemos, la polarización política es un fenómeno social multifactorial, en el que los ciudadanos se dividen en posiciones irreconciliables y en las que parece no haber punto medio o lugar de encuentro para las diversas creencias y opiniones.

La polarización es peligrosa, ya que suele estar vinculada a la falta de moderación y a la ausencia de diálogo. Donde cada uno desconoce la validez del otro, lo que puede derivar en situaciones de violencia y en diferentes niveles de confrontación.

 ¿A quiénes conviene este clima de descontrol y desconcierto? ¿Acaso a los ciudadanos, a los jóvenes o a los niños? O ¿a los intereses de los dirigentes de los partidos políticos? A sus cupulas, que buscan hacerse de más votantes, pues según la mecánica electoral, quien tenga el mayor número de electores, tendrá mayores beneficios, en posiciones y en prerrogativas económicas, es decir, en dinero.

Aunque la polarización no es nueva, en este sexenio se ha recrudecido y cada día alcanza a más ciudadanos, que hartos de la situación económica y social, crecen en indignación y en desencanto, radicalizándose en sus posiciones ideológicas, avivadas por dirigentes irresponsables que al parecer no reparan, ni les importa la severa ruptura social.

No obstante, es justo decir, que el hacer político no es la única causa de este divorcio ciudadano. El estilo de vida del mundo neoliberal cambio para siempre nuestras relaciones y la formas de nuestro entendimiento social, en el que uno de los fenómenos más impactantes es el de la avalancha informativa, en la que la esfera pública se desintegra en espacios privados y como consecuencia, nuestra atención se desvía y deja de focalizarse en cuestiones relevantes para la sociedad, de esta manera la democracia entra en crisis y la vida comunitaria se disuelve.

Hoy por hoy, la polarización tiene un gran incentivo, al privilegiarse   la comunicación afectiva en lugar de los argumentos, pues los afectos viajan más rápido que la racionalidad. En esta comunicación emocional, no prevalecen las razones, sino la información con mayor potencial de excitación, condensada generalmente en fake news y en teorías conspirativas que ahondan nuestras diferencias.

Por ello, un grupo de ciudadanos agrupados en el Observatorio de Seguridad Ciudadana ProMéxico, lanzó la campaña #HAGAMOS COMUNIDAD_OSC. Para volver a la Unidad. 

Su razonamiento es muy oportuno en el momento en el que nos encontramos y se convierte en un llamado respetuoso, pero urgente, para detener el encono y el odio que ya no solo recorre los círculos políticos, sino las calles, los hogares y los espacios laborales de la gente que no participa directamente en este sector. Pero está inmersa en una confrontación sin sentido, que afecta a personas, que, si bien tenemos diversas formas de ver la vida, solo tenemos un país y en él, compartimos un destino común.

Para materializar la iniciativa, los integrantes de la asociación organizaran encuentros en universidades y espacios públicos. Buscarán a altos funcionarios y representantes de partidos políticos para motivar un dialogo que alerte e inhiba las conductas de polarización, e insistirán para advertir a la población de no caer en esta provocación que nos daña y nos separa como mexicanas y mexicanos.  

Los tiempos difíciles como el que vivimos, son espacios fructíferos para que prosperen conductas de desencuentro y encono social. El malestar que priva en estos momentos nos frustra y nos enerva, favoreciendo actitudes enfermizas y poco amables para motivar la convivencia social.

En hora buena para el Observatorio de Seguridad Ciudadana ProMéxico. 

 

POR HUMBERTO MORGAN

@HUMBERTO_MORGAN

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