El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo y lo es en mucho por la desigualdad económica o la falta de atención de esta terrible enfermedad, toda vez que el 70 por ciento de esos fallecimientos se da en países de ingresos medios y bajos.
En el caso de nuestro país se detectan 191 mil casos al año, de los cuales fallecen cerca de 84 mil, lo que, de acuerdo con cifras anteriores al 2000, tenemos un aumento de la mortandad en un 20 por ciento. Sabemos de lo problemática que es la enfermedad y
cómo va mermando la salud de las personas, sin embargo, las estadísticas médicas demuestran que 30 por ciento de los casos son prevenibles y otros 30 por ciento se pueden vencer si se detectan oportunamente. Es decir, con un sistema estructurado de
salud y conciencia ciudadana podemos evitar más de la mitad de muertes por esta terrible enfermedad.
En cualquier escenario, el estudio, la unidad y la pausa a las diferencias políticas o ideológicas, pueden ser la semilla de un cambio social fundamental, razón por la cual, Senadoras, Senadores, miembros de la comunidad científica, médicos, defensores de pacientes, pacientes y ciudadanía en general, llevamos meses trabajando en recopilación de ideas y posturas para construir una iniciativa de Ley General de Cáncer.
El esquema es puntual: generar un sistema que permita concientizar, detectar oportunamente, atender de forma integral y proteger a todas aquellas personas que tienen la enfermedad o cuentan con un riesgo alto de tenerla, de tal manera que todos los actores sociales actuemos de manera oportuna para hacer que los estragos de esta enfermedad se reduzcan a su máxima expresión.
Necesitamos una atención integral y urgente contra el cáncer, por lo que en esa línea se ha construido esta iniciativa que se presentó a todas las autoridades de salud a nivel federal para que, justamente, desde su visión administrativa y con base en la experiencia vivida, tengan a bien robustecer esta propuesta para que todos vayamos en el mismo sentido no sólo para aprobar la ley, sino para que en su implementación se alcancen los objetivos deseados.
Podrán decir que la Ley y las políticas públicas ya hacen referencia a la atención y combate del cáncer, sin embargo, son sólo esbozos dentro de un complejo esquema sanitario que no otorga el lugar a la lucha contra la enfermedad más mortal que haya conocido la humanidad en su existencia.
Esta ley prevé la prevención, el tratamiento oportuno, los cuidados paliativos y la integralidad de visión para que el pueblo de México sepa que tiene un soporte legal y material ante cualquier eventualidad de esta enfermedad. Esta comisión de trabajo ha realizado un esfuerzo monumental para construir este entramado jurídico que no dejó fuera a ningún actor.
El llamado de la Organización Mundial de la Salud para tener unos cuidados más justos contra el cáncer lo estamos tomando con toda la seriedad y con el conocimiento de que sólo sin colores partidistas vamos a generar una de las legislaciones más importantes en materia de salud en décadas.
Creemos firmemente que sociedad civil y gobierno darán cuenta de una norma justa, suficiente y clara para que utilicemos todo el bagaje que la ciencia ha entregado y que permite evitar el 40 por ciento de las muertes. Todas y todos unidos contra el cáncer le daremos una vuelta a la página para cambiar la tragedia por la esperanza.
POR NUVIA MAYORGA DELGADO
COLUMNISTA
LSN
