El Poder Judicial de México, a menudo eclipsado por los poderes Ejecutivo y Legislativo, es un pilar fundamental en la construcción de una sociedad justa y democrática. En estas últimas semanas se ha incrementado dicha presión desde el Ejecutivo Federal debido a recortes presupuestales que repercuten en miles de jueces de nuestro país.
El Poder Judicial de México, encabezado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desempeña un papel crucial en el control de constitucionalidad. Este mecanismo permite asegurar que las leyes y políticas gubernamentales no violen la Constitución y, por lo tanto, protege los derechos fundamentales de los ciudadanos que buscan justicia día a día a lo largo de nuestro país.
Este poder es la última línea de defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos. Protege a las minorías, salvaguarda la libertad de expresión, el derecho a un juicio justo, progresividad de derechos, restablecimiento de condiciones violatorias de derechos humanos y por supuesto, la igualdad ante la ley. Sin esta institución fortalecida en todos los sentidos, nuestro país no tendría el estado de derecho que tiene en estos momentos.
Falta mucho que mejorar, eso es innegable pero el cambio no está dentro de los recortes presupuestales; nuestros jueces deben de contar con autonomía y convicciones, misma autonomía debe de proveer desde una vida digna y estable, para que derivado de esto, el crimen o los intereses partidistas no tengan encuentro o puedan viciar las decisiones de nuestros impartidores de justicia.
El atentado al Poder Judicial es un atentado a los ciudadanos, a nuestra garantía de derechos, nuestro ejercicio de acceso a la justicia y a la vida libre de nuestro país; debilitar a uno de nuestros tres poderes es debilitar nuestra democracia y nuestro país entero.
Un Poder Judicial independiente y eficiente fomenta la estabilidad jurídica y la confianza en el sistema legal. Los ciudadanos y las empresas necesitan saber que pueden confiar en un sistema legal imparcial y predecible para resolver disputas y proteger sus derechos.
En resumen, el Poder Judicial de México es una piedra angular de la justicia, la democracia y la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. Su independencia y eficacia son esenciales para el funcionamiento saludable de la sociedad. Apreciar y fortalecer este poder es un imperativo para una nación que busca un futuro de prosperidad, justicia y libertad.
POR DIANA MURRIETA
PRESIDENTA Y FUNDADORA DE NOSOTRAS PARA ELLAS, A.C.
@DIANAMURRIETAM
DIANA.MURRIETA@NOSOTRASPARAELLAS.ORG
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