Las brutales acciones de Hamas han traído de vuelta la guerra a Tierra Santa. Desde el holocausto, nunca había padecido el pueblo judío tanta violencia y matanzas contra civiles inocentes. Los terroristas de ese grupo no son los representantes legítimos del pueblo palestino, sino una organización de extremistas que controla la Franja de Gaza donde viven hacinados millones de personas.
Yuval Noah Harari, el célebre historiador israelí, en un dramático artículo en The Washington Post, conmocionado por las horribles acciones terroristas, denuncia que el gobierno de Benjamin Netanyahu fue advertido por sus propios servicios de inteligencia y numerosos expertos, que sus políticas estaban poniendo en peligro a Israel.
Si bien nada puede justificar los ataques de Hamas, hay muchos cuestionamientos acerca de las políticas de extrema derecha del Premier israelí, que abandonaron los esfuerzos por encontrar una paz perdurable en Palestina y exacerbaron la frustración y enfado de millones de personas.
En los días transcurridos, desde que Hamas lanzó sus ataques, Israel respondió imponiendo el sitio a Gaza, que ha dejado sin electricidad y servicios básicos a 2.2 millones de personas, atrapados bajo una lluvia de misiles. Los llamados del gobierno israelí para la evacuación de un millón de personas de la ciudad de Gaza hacia el sur de la Franja, han sido cuestionados por la Organización de las Naciones Unidas, en vista de los riesgos que entraña su viabilidad. Al cierre de estas líneas prosiguen las negociaciones para abrir un corredor humanitario.
Todo ello ha puesto al mundo árabe frente a un gran dilema y riesgo de fractura. Varios países habían firmado, o estaban en proceso de firmar, acuerdos históricos de normalización con Israel. Al mismo tiempo, el apoyo a la causa palestina está muy arraigado entre las poblaciones árabes, alarmadas ante una guerra que amenaza la destrucción masiva en Gaza.
A medida que evoluciona esta explosiva situación, crecen las preocupaciones en torno a la crisis humanitaria. En este contexto, el Secretario General de la ONU dijo el viernes pasado que, "incluso las guerras tienen reglas", recordando que el derecho internacional y las leyes de derechos humanos se deben defender y respetar: "los civiles deben ser protegidos en todo momento y nunca utilizados como escudos".
En vísperas de la ofensiva terrestre en la mitad norte de Gaza, con el fin de arrasar con los militantes de Hamas, crece la preocupación con respecto a la crisis humanitaria en la Franja. The New York Times, en su editorial de ayer domingo, advirtió que Israel no puede ganar esta guerra simplemente matando a todos los terroristas, sino que debe actuar como una sociedad que valora la vida humana y respeta las leyes, aunque Hamas no lo haga.
Ojalá las fuerzas israelíes actúen con inteligencia y mesura, ya que de otro modo, la guerra puede extenderse en todo el Medio Oriente y complicar aún más el mapa geopolítico global, que ha venido deteriorándose desde la invasión rusa a Ucrania.
POR: CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO Y EX SUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
@CARLOSDEICAZA
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