La captura de Ovidio “El Ratón” Guzmán López es uno de los triunfos más importantes del Ejército por varias razones que trataré de explicar. Hay mucha información reservada por lo delicado de la operación que deberá ser procesada poco a poco y con mucha responsabilidad por parte de las autoridades. También hay un alud de interpretaciones políticas que deben ser acotadas a la luz de realidades y no de suposiciones.
Operación militar. Por el desarrollo profesional de la operación, está fue llevada a cabo por la Fuerza Especial de Reacción (FER) de la Sedena que, con pocos elementos, lograron la detención de este criminal. Esta columna recibió el siguiente análisis que comparto: “al tratar de hacer la detención de este malandro el ejército sabía que iba a ver una reacción y que debieron haber actuado con el mínimo de tropas, material y equipo, es decir en una tremenda desventaja inicial, para poder llegar a un lugar prácticamente de territorio enemigo.”
Con esta información podemos suponer que, al principio de la operación la madrugada del 5 de enero, intervino una unidad mínima de fuerzas especiales con pocos recursos, pero con un altísimo adiestramiento y un valor del doble o triple de lo normal, es decir sabían que estarían minutos o tal vez horas teniendo que resistir. Esta fuente comentó que “sabiendo que se metían a la boca del lobo… [para alcanzar el objetivo, entraron] con ¡la resolución total!”.
Extracción del objetivo. En las operaciones especiales se aprende de experiencias del pasado que fueron éxitos o fracasos. Un General en retiro me recalcó la importancia que tiene el análisis costo-beneficio de la operación. El presidente Andrés Manuel López Obrador nos lo recordó que él tomó la decisión de liberar a Ovidio porque el escenario de bajas en Culiacán, en octubre de 2019, podría haber ascendido hasta los 250 muertos. El costo de vidas militares ahora no es menor. La semana pasada perdieron la vida 10 elementos que murieron en cumplimiento de su deber.
La extracción de Ovidio de Culiacán a la CDMX se cumplió ahora por varias razones. En ambas operaciones se buscaba sacarlo desde el aeropuerto de la capital de Sinaloa. La diferencia fue el horario nocturno, rapidez con la que llegó y despegó el avión de la Fuerza Aérea Mexicana y poca población civil que estaba en actividades diarias.
Cooperación con EU. Que no quede duda, la operación táctica fue 100% mexicana, esta información también fue corroborada por Jesús Esquivel con sus fuentes de la DEA en Washington. Esto no implica que no exista cooperación con las agencias de inteligencia de EU y la Sedena. Por el contrario, esta columna conoce que se han recuperado las relaciones de inteligencia al más alto nivel.
Por supuesto que esta captura despresuriza la relación con EU. Sin embargo, una operación de este calibre requiere mucho tiempo de preparación.
Recordemos que EU ofrecía 5 millones de dólares por información que diera con la captura de Ovidio. A su grupo delictivo se le atribuye la operación de 11 laboratorios de drogas sintéticas que matan a decenas de miles de estadounidenses.
Requiem: Un abrazo fraterno a los familiares, amigos y antigüedades de los héroes caídos el 5 de enero.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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