Ante la inminente llegada de la temporada invernal, la Unión Europea está viviendo el momento más álgido de la primera gran crisis energética del siglo XXI, teniendo como trasfondo la prolongación y agudización del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, lo cual ha obligado a un cambio de paradigma en el mercado global de los energéticos, donde los últimos acontecimiento han comprobado una vez más, que los sectores estratégicos como el energético no pueden quedar al libre albedrío del mercado, no es solamente una transacción comercial, de ello depende el funcionamiento y la sobrevivencia de las sociedades contemporáneas.
En México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, anticipándose a la crisis global energética, ha conducido la política pública del sector con una visión de Estado, devolviéndole su carácter estratégico, con criterios geopolíticos y de seguridad nacional, para garantizar la seguridad y soberanía energética del país.
La decisión de recuperar la rectoría del Estado Mexicano en los sectores estratégicos de energía ha sido un acierto; en esta ocasión así lo dejó ver Alemania, quien, para garantizar el suministro a las empresas, servicios públicos y consumidores, nacionalizará a Uniper, mayor empresa importadora de gas.
Una primera medida similar se produjo en Francia el pasado mes de julio, con el anuncio de la nacionalización total de Electricité de France (EDF), con el objetivo de garantizar la electricidad, es decir como un asunto de soberanía y seguridad energética de acuerdo con las autoridades del país galo.
Ahora es Alemania quien pone el ejemplo de la importancia del regreso a la rectoría estatal en los sectores estratégicos, al acordar con la empresa matriz finlandesa Fortum, propietaria de Uniper, para tener una participación del 98.5% de la empresa importadora de gas, además de ampliar el capital de ésta por un monto de 8,500 millones de euros.
El Ministerio de Economía de Alemania anunció que con este acuerdo se crea una estructura de propiedad clara para asegurar que Uniper pueda continuar suministrando energía; ya que la empresa se vio afectada por el corte del suministro de gas ruso a Europa y su consecuente escalada de precios.
Ante la escasez de gas ruso Uniper se vio obligado extraer gas de sus instalaciones de almacenamiento cuyos precios son más elevados, y de esta manera continuar abasteciendo a sus clientes y contar con liquidez, por lo que se vio obligado a presentar una solicitud de rescate al gobierno alemán.
Esta decisión del Estado Alemán para intervenir en el sector energético no es la primera, ya que recientemente tomó el control de tres refinerías que estaban bajo la gestión de la petrolera estatal rusa Rosneft, para asegurar el suministro energético en la temporada invernal y proteger su economía del próximo embargo de petróleo ruso en la Comunidad Europea que entrará en vigor el próximo diciembre.
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
DIPUTADO FEDERAL
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA DE LA LXV LEGISLATURA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
@MANUEL_RDGN
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