Malos Modos

Selfie con la reina de fondo

Hay en la prensa británica un desconocimiento de lo difícil que es para un gobierno popular dar con un enviado más o menos adecuado

Selfie con la reina de fondo
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Una increíble falta de comprensión, de empatía, de respeto por lo diferente, volvió a manifestarse en la prensa británica, ciega a las virtudes de nuestro pueblo, encarnadas en el canciller de todos los mexicanos, Marcelo Ebrard. Neta: ¿qué hay de grave en una selfie, sobre todo una tan llena de dignidad diplomática, como la que se hizo con su señora esposa en el funeral de la reina Isabel? ¿No vieron la cauta sonrisa de amor por el pueblo británico, la mirada ahíta de tristeza, la solemnidad general reflejada en el gesto? ¿Cuál es el problema con un recuerdito que puede ser, al mismo tiempo, un gesto entrañable hacia Londres, Inglaterra, el Reino Unido, la Commonwealth y, claro, toda la familia real? Es así como nacen las divisiones entre los pueblos. Es así como nacen los conflictos históricos.

También hay en la prensa británica un imperdonable desconocimiento de lo difícil que es para un gobierno popular, como el de la 4T, dar con un enviado más o menos adecuado en una ocasión como esa. ¿Si se dan cuenta, periodistitas fifí, de que el Presidente hizo esfuerzos conmovedores para dotar de dignidad a la delegación mexicana, para que dijéramos adiós como es debido?

¿Son conscientes de que, con otros integrantes del movimiento como enviados, pudo aparecer un plato con fish and chips en el féretro de su majestad, la reina, o una pinta de cerveza, pero michelada? ¿Han pensado que el único oxfordiano de la 4T es Napoleón Gómez Urrutia? ¿Qué querían: tener que catearlo a la salida, no fuera México a tener que regresar luego que el óleo del siglo XIV, que la copa dorada, que el collarcito con la piedra preciosa, porque nosotros los mexicanos somos dignos y, por mucho que queramos a Napito, no nos apoderamos del patrimonio ajeno como los austriacos del Penacho de Moctezuma?

Pongan que Noroña era una buena opción, pero ¿y si el viaje era con escala en Dallas y no lo dejan pasar sin visa? O sea: ¿mejor Adán Augusto diciéndole “Pues yo a usted tampoco le tengo confianza” al rey Charles?

¿De qué se trataba: de que les mandáramos a Héctor Vasconcelos y agarrara otra peda, con Mercedes estrellado y todo, pero esta vez en plena ceremonia funeraria y no en Dinamarca, sino en Westminster? Digo, da miedo lo que puede pasar con un hombre tan festivo y una barra libre de esa calidad.

Sin mencionar a nuestras embajadora, que, con ese acentazo (“septembaaaa”), hace oír a los portavoces de la Casa Real como a uno de los Peaky Blinders con siete whiskies encima, y los mexicanos somos incapaces de humillar a un ser humano: practicamos la fraternidad universal.

No vamos a alardear. No: no es admisible el trato dispensado a nuestro jefe de la diplomacia. A nombre de todos los mexicanos, exijo una disculpa por parte de la prensa británica. Nomás que sea en español, por favor.

POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09

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