COLUMNA INVITADA

Bokowski en la senda del perdedor

De cartero a apostador de carreras, la vida de Bukowski transcurrió durante décadas entre trabajos sin destino y una bohemia menos intelectual

Bokowski en la senda del perdedor
Miguel Ángel Pineda / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

“Si eres un fracasado, es muy probable que seas un excelente escritor”. 

Frase de Charles Bukowski que definió la vida del narrador y poeta que aportó a la literatura el llamado realismo sucio, y que sin ser un autor beatnik, vivió al lado de Allen Ginsberg, Jack Keruac y William Burroughs el mismo vértigo hacia las drogas, el alcohol y la creación.

De cartero a apostador de carreras, la vida de Bukowski transcurrió durante décadas entre trabajos sin destino y una bohemia menos intelectual que de experiencias en los abismos de la inconsciencia.

En este trazo rápido consignamos su vida al lado de quienes nunca superaron el fracaso ni se empeñaban en lograrlo y que marcó una narrativa perdurable para quien escribió la  “La senda del perdedor”.

Heinrich Karl Bukowski nació el 16 de agosto de 1920 en  Andernach, Alemania.

A raíz de la crisis provocada por la Primera Guerra Mundial la familia se traslada a Baltimore.

Bukowski ingresa a la Universidad de Los Ángeles.

Deserta de sus estudios de periodismo y comienza una vida bohemia de aspirante a escritor.

Pasados los 20 años publica un par de cuentos.

Ante la indiferencia de los círculos literarios, deja de escribir diez años mientras vaga por Estados Unidos. 

En 1956, comenzó a trabajar en el servicio de correos de Los Ángeles.

Las narraciones de “Cartero” surgen de sus avatares como repartidor de correspondencia, y las de “Factotum”, de un escritor que va de rechazo en rechazo y en caída libre hacia la degradación absoluta.

“Abrí mi puerta… Los muebles estaban viejos, todo desconectado, la alfombra… descolorida. El suelo lleno de latas de cerveza vacías. Estaba en el sitio correcto”, escribe en “El cartero”.

Tenía 49 años y se volcó a escribir gracias a que la editorial  Black Sparrow Books le asignó 100 dólares al mes.

“Tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco… O jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre”.

Tenía 50 años y la suerte quedó de su lado. La reunión de sus artículos en “Memorias de un viejo indecente” le acarreó legiones de  lectores, publicado en 1973 en City Lights por su fundador Lawrence Ferlinghetti, el último beatnik traído a México con el auspicio de Conaculta, gestiones de quien esto escribe y los afanes improbables de Carlos Martínez Rentería, el beatnik mexicano.

El reconocimiento editorial a su literatura desarrollada en bares, picaderos y prostíbulos protagonizada por su personaje y alter ego Henry Chinaski fue unánime.

 La crítica escribió que “con su brutalidad, su salvaje y tremenda sinceridad, Bukowski borracho, enloquecido, consigue, con su estilo descarnado y escueto, conectar con el lector”.

Polémico, subversivo, Charles Bukowski es hoy un escritor de culto.

“Tienes que morir unas cuantas veces antes de poder vivir de verdad”, escribió.

*Miguel Ángel Pineda, periodista, autor del libro “Temas de teatro” y de ensayos dispersos.

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