COLUMNA INVITADA

Taiwán: el pequeño gigante

Taiwán se mantendrá como el productor líder de chips hasta 2025, al representar el 43 por ciento de la capacidad de producción

OPINIÓN

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Epifanio Salido / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Taiwán es una isla con una superficie de 35,980 kilómetros cuadrados que al día de hoy tiene a sus pies a dos naciones antagónicas, consideradas las más poderosas del mundo: Estados Unidos y China. 

Estoy seguro que a principios de este siglo, nadie hubiese vaticinado que el futuro de la guerra comercial entre las potencias económicas mundiales llegara a depender de una isla de casi 24 millones de habitantes, colonizada hace 6 mil años por granjeros y bautizada por los portugueses en 1544 como la isla de Formosa (isla hermosa). 

Como también estoy seguro que a principios de este siglo muy pocos se hubieran atrevido a pronosticar que Taiwán sería el centro de una crisis con tintes nucleares que pondría en evidencia lo frágil que puede ser la paz mundial cuando el águila y el dragón entran en una disputa. 

Y todo por un dispositivo de diminutas proporciones llamado “chip”, del cual depende el funcionamiento de automóviles, teléfonos celulares, computadoras, televisores y toda la cadena que incluye productos electrónicos de consumo y de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. ¿Olvidé decir que la fuerza militar de los imperios y de quienes aspiran a volver a serlo, también depende de la disponibilidad de nuestro pequeño amigo? 

Pero a pesar de que Estados Unidos, China, Rusia y varios países en el mundo realizan importantes y aceleradas inversiones para reforzar su cadena de suministro de semiconductores, incluido México que recientemente ha anunciado que ofrecerá incentivos fiscales para atraer a los productores de chips, Taiwán se mantendrá como el productor líder de chips hasta 2025, al representar el 43 por ciento de la capacidad de producción. 

Al menos durante los próximos tres años, Taiwán será como el típico niño nerd, flacucho y debilucho, que le hace los trabajos escolares a los fortachones del salón de clases a cambio de protección y de mantenerse alejado de los problemas. 

No fue coincidencia ni mera casualidad que Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, volara recientemente a Taiwán bajo el argumento de apoyar a las democracias frente a los países autocráticos, como tampoco fue coincidencia ni mera casualidad que los hiciera en un avión de la Fuerza Aérea estadounidense. La forma es fondo, más cuando en los últimos 25 años, ningún funcionario estadounidense de este rango o nivel había visitado la antigua Formosa. 

¿A que iría realmente Nancy Pelosi a Taiwán? Pienso que fue a asegurarse de que no le “borrarán el chip” a los Estados Unidos en tanto no alcance la autosuficiencia en su producción de semiconductores y a hacer sentir a la Presidenta Tsai Ing-wen que Taiwán es un pequeño gigante del que depende el futuro comercial del mundo. Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses. 

POR EPIFANIO SALIDO

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