COMANDO Y CONTROL

Taiwán, Ucrania y Tijuana: focos de alerta

Dado su avanzado nivel de tecnología y entrenamiento, a Taiwán le sería muy posible repelar una invasión china

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ha sido un par de semanas difíciles para la seguridad internacional.

A principios de agosto, la visita a Taiwán de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ocasionó una movilización masiva por parte de las fuerzas militares chinas. 

Con esto, Beijing buscó reaccionar de la manera más fuerte ante lo que considera es una violación flagrante de su soberanía. Recordemos que el gigante asiático ve a la isla como una provincia rebelde que aún no ha sido incorporada a la República Popular China. 

El gobierno del generalísimo Chang Kai-shek, jefe de Estado de la República de China, se refugió en la isla también conocida como Formosa, una vez que los comunistas tomaron el control del resto de China, en 1949. 

Estados Unidos reconoció a Taiwán como la única China hasta 1979, cuando cambió su posición. Desde entonces, Washington acepta a Beijing, pero mantiene relaciones informales con Taipéi.  

Por lo tanto, la reacción de China a lo que consideraron una provocación de Estados Unidos, incluyó lanzar una serie de ciberataques hacia Taiwán durante la visita de Pelosi, al mismo tiempo que comenzó ejercicios militares diseñados para amedrentar a la isla: disparó 11 misiles balísticos a su alrededor, envió una flota de fragatas y destructores para simular un bloqueo naval, y desplazó docenas de aviones de combate de largo alcance y guerra electrónica, que penetraron en la zona aérea de exclusión.   

Después de la invasión y guerra de Rusia a Ucrania en febrero pasado, varios analistas pronosticaban un incremento en la tensión entre Beijing y Taipéi. Cabe destacar que si bien las capacidades militares chinas son muy superiores –en cantidad– a las taiwanesas, estas últimas se han estado preparando para resistir una probable invasión china desde hace 70 años. 

Dado su avanzado nivel de tecnología y entrenamiento, a Taiwán le sería muy posible repelar una invasión del gigante asiático, sin embargo, vendría con un costo de vidas significativo, ya que Beijing probablemente lanzaría una serie de bombardeos a distancia usando cientos de misiles balísticos.  

En Ucrania, la resistencia a la invasión rusa continúa y la semana pasada las fuerzas ucranianas lograron atacar una base aérea rusa en Crimea, a más de 200 km de sus líneas.  Esto representa un salto tecnológico singular en las capacidades militares.  

Al mismo tiempo, Washington anunció que proporcionará más de mil millones de dólares en ayuda militar, lo que incluirá "cientos" de misiles antiaéreos y antitanque, cohetes y artillería de largo alcance. 

En Rusia, las fuerzas armadas lanzaron una campaña de reclutamiento que busca establecer un nuevo Cuerpo de Ejército que pueda ser desplazado a Ucrania. Si algo es cierto, es que Kiev está desangrando a Moscú lenta, pero seguramente. 

En México, específicamente en los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Baja California y Chihuahua, los cárteles llevaron a cabo una serie de ataques aparentemente coordinados, o por lo menos simultáneos, diseñados para sembrar terror en la población y presionar a las autoridades a que cesen sus operaciones en contra de los cabecillas. 

Los eventos en Tijuana, en particular, han atraído la atención internacional principalmente por: 1) su cercanía con Estados Unidos, y 2) por las desafortunadas e inexpertas declaraciones de su alcaldesa, quien al pedir al crimen organizado que "cobren las facturas a quienes no les pagaron, no a las familias" ayuda a asimilar y, de facto, normalizar la actividad criminal. 

No es peccata minuta que las imágenes de ese estado lastimosamente se confundan con las de Ucrania. 

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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