Reflexiones constitucionales

Las razones del Presidente

No todos los cambios violentos de gobierno implican modificaciones estructurales

Las razones del Presidente
Alfredo Ríos Camarena / Columna Invitada / Opinión: El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

No todos los cambios violentos de gobierno implican modificaciones estructurales, por ejemplo, los cuartelazos, los golpes de Estado, las asonadas, sólo reflejan cambios en el mando político.

Las Revoluciones marcan diferencias en los fines del Estado; en nuestro caso, transitamos de un Régimen Semifeudal a un Capitalismo Social, que le dio un nuevo carácter a la Propiedad Privada, a la Rectoría Económica del Estado y reconoció rango constitucional a las Garantías Sociales. El país avanzó aceleradamente, estableciendo un modelo que se denominó “Desarrollo Estabilizador”.

A principios de los años 80, después de que el mundo cambió su carácter bipolar, surgieron los viejos principios del Capitalismo, ahora reflejados en lo que conocemos como “Neoliberalismo Global”, que desmanteló el marco jurídico y administrativo, otorgándole al Mercado prevalencia sobre el Estado.

El Presidente López Obrador anunció la desaparición del Neoliberalismo, pero este no puede borrarse del mapa económico por Decreto y, por lo tanto, los objetivos presidenciales han quedado truncos, esto ha provocado una reacción que ha generado un nuevo autoritarismo presidencial para intentar cambiar el rumbo, cuya más clara visión se encuentra en los Tratados de Libre Comercio.

Al Presidente se le acabó el tiempo y tiene urgencia de alcanzar algunas de sus metas; la única forma que ha encontrado es enfocar sus baterías en el aspecto electoral y construir un candidato que tenga el mismo concepto ideológico que él ha planteado, para tratar de dar continuidad a su política.

El camino más corto ha sido utilizar a las fuerzas armadas, porque estas se rigen por la doctrina militar, que tiene como pilares fundamentales la lealtad y la disciplina. Probablemente esto explique las razones presidenciales. Uno de los problemas graves –quizás el mayor con que se ha enfrentado— es la aplicación del Tratado Comercial trilateral y la perdida de Soberanía, que fue
cedida frente a “los paneles” que constituyen une nueva relación jurídica y que implica que tribunales “no nacionales” tengan competencias plenas en nuestro territorio.

La urgencia ha llevado al Presidente a tomar medidas que pueden ser violatorias del nuevo marco jurídico, absolutamente Neoliberal, que se fue entronizando poco a poco a partir de los años 80s. El tema es delicado, pues el aparato del Neoliberalismo mundial, hoy por hoy, mantiene el poder político y económico de mundo occidental.

No obstante, los políticos mexicanos de los Regímenes surgidos de la Revolución habían encontrado fórmulas de equilibrio que nos permitieron mantener nuestra alianza indisoluble con el Imperio y, al mismo tiempo, conservar nuestra Soberanía.

El Presidente se encuentra maniatado y, para poder ejecutar su política, requiere no utilizar el machete, sino la negociación política.

POR ALFREDO RIOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

MAAZ

 

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