En sesión solemne del Congreso de la República de Colombia Gustavo Petro y Francia han asumido el nuevo gobierno.
Fuertemente apoyados por la sociedad colombiana, que, el domingo 7 de agosto, se hizo presente en las plazas públicas a lo largo del territorio colombiano, atenta a los detalles de este histórico momento en el que la alternancia toma un nuevo rumbo en el país.
Como Presidencia y vicepresidencia, se han comprometido según la tradición, plasmando un nuevo carácter al simbólico acto abierto en plaza pública. Gustavo Petro recibió la banda de la representación del Parlamento colombiano ante más de 100 mil asistentes, en un hito en la historia colombiana que marca una clara diferencia con la última toma de posesión gubernamental.
Una vez puesta en marcha la acción de cambio de mando, la representación del Parlamento colombiano ha enviado un fuerte mensaje sobre la realidad en la que este gobierno y congreso han recibido el país, ahí ha estado la mirada que presenta el estado de las cosas al nivel nacional, la mirada hacia atrás respecto a la herencia que deja la última administración gubernamental, se refiere la posibilidad de un parlamento regional vinculante.
Gustavo Petro propone una mirada desde la postura que su gobierno adoptará. Pero antes, ordena se haga llegar a la ceremonia la espada de Simón Bolívar que al salir irá adelante en su llegada a la Casa de Nariño, sede del Poder ejecutivo colombiano. Francia Márquez se juramenta siguiendo el protocolo, con referencia también a sus ancestros y ancestras, fórmula cargada de simbolismo de cara al pasado, el presente y el futuro de Colombia.
Una paz total al centro del discurso, acompañado del anuncio de los ejes de gobierno y política pública a llevar en los próximos cuatro años en lo interno y para el exterior. Una economía, basada en la autosuficiencia, con una estrategia basada en la producción, el trabajo, el conocimiento. Avances políticos, en el sector agropecuario y agrario, creación de áreas que colocarían a Colombia a la vanguardia, cubrir los vacíos de políticas desde el punto de vista comparado con la región.
Con la asistencia de altas representaciones internacionales de España, de la región latino-caribeña, de ministros, viceministros de las diferentes regiones del mundo, se conoce de la nueva política exterior basada en la construcción de la capacidad latinoamericana de ser autosuficiente, con prioridad en la región, además de África y los países árabes.
Una segunda oportunidad para Colombia, cumplimento con los compromisos de la paz, a partir de lo alcanzado por el gobierno de Juan Manuel Santos hasta 2018. De inmediato, ya el Congreso actúa y los actores de la paz actúan en consecuencia, en donde los países garantes y Naciones Unidas juegan un papel fundamental.
Colombia no quiere seguir sufriendo por ser el primer país de la región que aporta muertos por las actuales políticas globales en materia de drogas, propondrá fórmulas regionales en materia ambiental. En su primera conferencia de prensa al día siguiente, ya en la casa presidencial se hace acompañar del presidente de Chile Gabriel Boric, detallando más la importancia de la recuperación de la comunidad andina, de los avances posibles en el marco latinoamericano.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
Catedrática universitaria
@GuadalupeGonzCh
MAAZ