COLUMNA INVITADA

Opiniones zurriburris...

Tras expresiones sobre los partidos políticos de España que hizo Savater, Vargas Llosa sale en defensa del filósofo

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México

Hace algunas semanas, el filósofo y escritor Fernando Savater, hablando de los partidos políticos que forman gobierno con el actual presidente en España, los calificó como “la hez de la política”. 

El apelativo causó tal revuelo que obligó al defensor del lector del tabloide, en el que escribe el filósofo, a tratar de dar una postura y calificar de desafortunada la frase empleada en la columna. 

Días más tarde, sin embargo, el peruano Mario Vargas Llosa salió en defensa del español Fernando Savater, y con diatribas y vituperios, reforzó la misma idea que él comparte con respecto a dichos partidos políticos. 

Escribió Amin Maalouf (La roca de Tanios) que “había un hombre sabio que siempre se inclinaba ante el monarca de manera que, al mismo tiempo, conseguía enseñarles el culo a
los lacayos”.

 Y ésa parece ser la postura del premio Nobel de Literatura con todos los gobiernos de derecha y extrema derecha, enseñando, a las alternativas de izquierda y progresistas, lo peor de su persona. 

Sorprende que un escritor tan prolífico y con ese calibre de obras, tenga, fuera del ámbito literario, expresiones tan desaseadas como la de preferir a Bolsonaro, aun cuando lo considera un payaso (individuo que hace payasadas).

O cuando manifestó que “los pueblos de América Latina han elegido mal, pues lo importante de unas elecciones no es que haya libertad en esas elecciones, sino votar bien”.

 O más recientemente al indicar que la ciudadanía en Colombia “ha votado mal”. 

El galardonado escritor hizo suya la filosofía de Jason Brennan, proponiendo que sea implantada la “Epistocracia”: un sistema de gobierno que asigne el derecho
a voto en función del conocimiento político de los ciudadanos, (de igual forma que al conductor temerario se le impide circular por la vía pública, el electorado ignorante no debería intervenir en las decisiones públicas). 

Así, Mario Vargas Llosa, desde su púlpito (la Fundación Internacional para la Libertad), convoca a “defender el liberalismo con piedras y tanques” …

 Gran fabulador, sí; de un talento afilado cuando se trata de esbozar peripecias y ficción, sí; pero, de discutible acierto como ensayista político.

Con el fin de evitar cualquier malentendido, me despido parafraseando al propio filósofo español Fernando Savater, que en su defensa tras su “opinión” convulsa en el diario que lo publica, dijo: “Los insultos que hay que evitar son las descalificaciones a la persona, no a sus actos”.

Por esto, si aquí se llamara estúpido a Mario Vargas Llosa sería un insulto personal.

 Al contrario, más bien, las opiniones de este premio Nobel de Literatura son viles con respecto a las opciones políticas que no comparte, aún cuando la democracia y el voto libre hayan prevalecido. 

No hay persona que no sea víctima de su propia versión de la Historia.

POR DIEGO LATORRE LÓPEZ
SOCIO DIRECTOR DE LATORRE & ROJO, S.C.
@DIEGOLGPN

 

 

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