NOTAS SIN PAUTA

Las corcholatas locales

Al acelerar el presidencial proceso sucesorio de 2024, las disputas entre los morenistas locales aumentan

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al acelerar el presidencial proceso sucesorio de 2024, las disputas entre los morenistas locales aumentan. En la búsqueda de posicionarse para gobernaturas, las conductas se han radicalizado en acciones más rudas que ni en las antiguas facciones perredistas de etapas premorénicas.

Por ejemplo, en Morelos, entidad que renovará gobernatura en 2024, los ánimos se caldearon a partir de la instigación de un pleito entre el recién nombrado cooridnador de Política de Gobierno de la Presidencia de la República, Rabindranath Salazar, y el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Hace unos días, un análisis dentro del propio partido permitió advertir que había una “guerra sucia” con el objetivo de provocar una mayor discrodia entre Salazar y Blanco. Con la operación de cuentas robotizadas en redes sociales, granja de bots le llaman, el alcalde de Jojutla, Juan Ángel Flores

Bustamante, uno de los aspirantes a la postulación morenista de 2024 en esa entidad, aparece como el auspiciador de la estratagema. De origen perredista hoy en Morena, Flores Bustamante fue cercano a Graco Ramírez como el mismo Rabindranath.

Hay casos donde el conflicto es abierto. El caso más rudo hasta ahora sucede en Puebla, donde el gobierno de Miguel Barbosa emprendió acciones judiciales contra el mismísimo líder de bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, y tiene preso a su socio Arturo Rueda. Mier, a su vez, denunció a Barbosa. De fondo, está la sucesión de 2024 en esa entidad.

En Coahuila y Estado de México, donde hay elecciones en 2023, los escenarios son distintos. Más terso, el Estado de México navega hacia la unidad, sencilla de conseguir en tanto los contendientes son del mismo Grupo Texcoco en su origen: Delfina Gómez, Higinio Martínez y Horacio Duarte.

Pero en Coahuila la situación desborda. La dirigencia de Mario Delgado decidió patear el bote hasta octubre. Ahí donde el senador Armando Guadiana es ampliamente conocido, irrumpió el subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja. En abril y cada fin de semana encabeza “asambleas” y tapiza de espectaculares bajo el cobijo de una asociación civil.

El activismo de Mejía Berdeja despertó la inquietud de un tercero en discrodia, el expanista Luis Fernando Salazar, cercanísimo a Mario Delgado y destinatario del supuesto aplazamiento de la encuesta coahuilense a quien se ha identificado como el auspiciador de un despliegue de notarios tras cada paso del subsecretario. El objetivo: conseguir una eventual inahbilitación por actos anticipados de campaña.

Por todas partes, el morenismo contra el morenismo está en lucha intestina y, este fin de semana, la elección de congresistas profundizará la disputa facciosa.

Posdata

En el Estado de México, el PRI resiente ya los manoteos de sus antiguos liderazgos, entre estos el del exgobernador Arturo Montiel, a quien se ha identificado como uno de los principales impulsores y hasta inyectores de recursos a la campaña de la diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo.

La operación del exgobernador es señalada por diversas fuentes: busca liderazgos locales con ofrecimientos de posiciones políticas y financiamiento. Con estos elementos de por medio, los ánimos arden en dicha latitud, más aún porque la legisladora ha quedado relegada, mientras se observa a Montiel –hundido en el descrédito-- en una clara confrontación con el mandatario estatal, Alfredo del Mazo.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

COLABORADOR HERALDO RADIO

@ARTURO_RDGZ

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