El precio de una página en un diario de circulación nacional es en promedio de 110 mil pesos. Cuatro páginas nos dan 440 mil pesos. Eso es lo invertido en una promoción de la señora Sheinbaum. Seguramente la cantidad es fruto de sus ahorros personales, porque de otra manera estaría cayendo en la horrible ilegalidad.
Claudia, como así le gusta que le llamen, asienta en su promoción: “Se acabó la frivolidad como forma de gobierno, todos los días se impulsa un gobierno al servicio de los demás” Desde 1997, esos gobiernos en el otrora DF y hoy CdMx, han surgido de su cuna: el PRD y han sido de Cuahutémoc Cárdenas, Rosario Robles, López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera. Más que frívolos, fueron señora Sheinbaum, al igual que usted, incompetentes.
Su propaganda tiene como marco una gigantesca foto con el brazo derecho levantado, es un primor. Y el texto dice: “De formación científica y líder universitaria (?) del movimiento estudiantil que daría un nuevo impulsó a la izquierda, Claudia Sheinbaum define que el suyo es el gobierno de una ciudad de derechos” (¿y las obligaciónes y responsabilidades?).
Continúa el texto en que los discípulos de la ideología obedecen y nada los puede hacer dudar de lo que los subyuga: “Colaboradora del presidente López Obrador desde hace 22 años, la jefa de Gobierno de la CDMX confía en que la transformación iniciada en 1918 continuará y al grito de Presidenta, presidenta, divide sus fines de semana entre visitas a estados y la guitarra que comparte con su pareja los domingos, interpretando canciones de Juan Gabriel” ¿No es hermosa esa lealtad combinada con un poco de socarronería salpicada con jarabe de ternura y culto a la personalidad que envidiarían Stalin y Mussolini?
Claudia, si se me permite la confianza, con abierta complicidad, se ha deshecho de los cargos obligados en el caso Rebsamen donde murieron 17 niños y dos profesores cuando fue delegada en Tlalpan y los 22 fallecidos más los 19 heridos en el colapso de la línea 12 del Metro, deslindando a la querida Florencia Serranía directora del sistema porque “eso lesionaría sus Derechos Humanos” (sic).
Decidida a ser la heredera de un gobierno que nos hiere todos los días, da muestra de su desinterés por hechos concretos que padece la ciudadanía. Es el caso de una pareja cuyo domicilio en Insurgentes sur 542 en céntrica colonia Roma norte, fue perpetrado por delincuentes que robaron sus computadoras, colección de monedas de 1800, enseres de todo tipo y ropa. ¿Pasará este caso a formar parte de la estadística? Seguramente sí, ya que depositar confianza en Ministerios públicos, policías y jueces, es someterse a extorsiones, malos tratos y, lo más grave, a futuros peligros mientras que la señora Sheinbaum toca guitarra con su pareja.
POR RAÚL CREMOUX
ESCRITOR Y PERIODISTA
@RAULCREMOUX
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