Durante 2022 la inflación se ha vuelto el desafío del mundo. Pero los grandes retos de la humanidad no se enfrentan en solitario, precisamente la pandemia nos enseñó que sólo de forma cooperativa podemos salir adelante.
En ese contexto se enmarca la reunión bilateral entre los presidentes de México y Estados Unidos. Debemos recordar que en la pasada IX Cumbre de las Américas, México envió como representante al canciller Marcelo Ebrad, y no acudió de forma presencial en protesta por la exclusión a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Precisamente, en el entendido de que sólo juntos, como naciones del continente, podemos enfrentar los retos del futuro, en la política humanista de nuestro gobierno no caben ni la exclusión, ni los bloqueos económicos.
La reunión bilateral es la respuesta de nuestro país ante la política injerencista que han promovido varios grupos polí - ticos estadounidenses. Estamos conscientes de que muchas decisiones que se toman en el vecino país corresponden a los objetivos de grupos de interés creados por la industria de las armas o grupos extremistas que no han entendido que el mundo ya cambió.
El asunto de interés es que mientras la apuesta de los estadounidenses es pelear contra molinos de viento o espantapájaros imaginarios, la realidad es que la única batalla que tenemos que dar en nuestro continente es contra la pobreza y la marginación. ¿Por qué es tan difícil entender algo tan sencillo?
Esa guerra sólo podremos ganarla fortaleciendo nuestras cadenas de producción, creando nuevas formas de riqueza para los más vulnerables basados en la justicia social y el Estado de Derecho, y cambiando la mentalidad de colonialismo y sometimiento.
Con el plan de regulación de la mano de obra, y el fortalecimiento de las cadenas productivas del campo entre nuestras naciones y América Central, estaremos dando un importante paso para lograr la integración de la región. Es fundamental hacer frente a la crisis alimentaria y energética que se ha gestado en todo el mundo, mismas que están directamente relacionadas con el alza de precios generalizados. Las políticas de nuestro gobierno han estado orientadas en lograr reducir el índice inflacionario precisamente bajo ese fundamento: alimentación para la vida.
No obstante, el mayor obstáculo es el pensamiento conservador y retrógrada que opina que el bienestar sólo se alcanza vendiendo armas, fomentando los conflictos bélicos y los bloqueos comerciales. México tiene una postura contundente ante estas propuestas de retroceso: no.
Los temas de negociación para México se basan en un continente donde impere la justicia social, el bienestar de los pueblos y una vuelta ideológica hacia la vida como meta prioritaria del bienestar. Una revolución de las conciencias.
POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES
COLABORADOR
@NARROJOSE
PAL
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