César Yáñez no es un personaje que pueda pasar inadvertido en el entorno de Andrés Manuel López Obrador. Han sido 25 años de cercanía, de lealtad, de trabajo intenso, de acompañar al tabasqueño en las buenas y en las malas, de tomar nota en tantos y tantos mítines y recorrer el país en ocasiones en solitario.
Uno y otro codo a codo. Así, hasta que el infortunio –la publicación de su boda en la revista Hola- toco a su puerta en el momento más inesperado: Cuando aún no se disipaban los aromas del anhelado triunfo electoral y AMLO estaba por cruzar en su pecho la banda presidencial.
La penumbra fue su castigo. Primero, desde un rincón de Palacio Nacional bajo el rubro de Coordinador general del Política y Gobierno de la Presidencia de la República; luego desde una oficina lejana, pero –aún en temporada baja- con “encargos” especiales e importantes para López Obrador.
El que ahora César Yáñez vuelva a la luz, y en la posición que se le ha asignado - subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos- llama la atención por distintas razones, comenzando por la reivindicación pública del aludido. El perdón al antiguo y fiel compañero.
En términos políticos destaca el momento. Ocurre cuando el presidente cruza por el peor momento en su relación con la Iglesia Católica –desde la cúpula religiosa hasta los fieles-, luego del asesinato de los dos jesuitas en la sierra tarahumara.
La posición que asume Yáñez en Gobernación incluye precisamente el trato del gobierno con las iglesias. Una de sus primeras tareas será precisamente restablecer los lazos y calmar las agitadas aguas que amenazan correr por todos los templos.
El 2024 está cerca. Los púlpitos son pieza nodal en los aconteceres.
Resalta también la ubicación: el llegar a trabajar formalmente al lado de Adán Augusto López. En plena recta final del sexenio, apoyar y formar equipo con uno de los principales aspirantes a la candidatura presidencial de Morena.
Mucho, muchísimo en ese sentido –comenzando por la comunicación social-, puede aportar César a quien busca suceder a Andrés Manuel en Palacio Nacional.
Nada mal para quien, aunque arranca un poco tarde a nivel nacional porque pocos lo conocen, lleva en cambio ventaja despachando desde la ventanilla de la secretaría de Gobernación, como reconoció en la entrevista que otorgó a La Jornada.
A la fórmula “inteligencia, paciencia y prudencia”, el exgobernador de Tabasco suma ahora un colaborador de primera línea.
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GEMAS: Obsequio del exgobernador de Chihuahua César Duarte: “La situación de inseguridad que se encuentra ahorita en todo Chihuahua es precisamente por las acciones y omisiones de Javier Corral que uso la justicia y la corrompió para perseguir enemigos políticos y también proteger a los grupos criminales, por lo que debe ser castigado”.
POR MARTHA ANAYA
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MAAZ