Columna Invitada

Acoso y ciberbullying, las nuevas formas políticas de los conservadores

Poner fin al ciberacoso y a la violencia política digital. Este debe ser uno de los temas prioritarios

Acoso y ciberbullying, las nuevas formas políticas de los conservadores
José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México

En estos días hemos visto un enorme despliegue de las redes conservadoras para acosar a uno de los miembros más jóvenes de la familia del Presidente.

Sin menoscabo a la gravedad del acoso a cualquiera de nuestros jóvenes, es un exceso, y una vileza usar todo el aparato político y de medios de comunicación de una clase política para atacar la integridad de un menor.

De entre todas las atrocidades que este grupo de conservadores ha llevado a cabo, contra el pueblo de México, ésta, sin duda, expresa lo que realmente son: una camada de ruines y mezquinos oportunistas a los cuales no les importa la dignidad humana.

No obstante, todo delito de acoso y de ciberacoso trae consigo otros peligros. Cualquier persona que haya sido víctima de esos delitos sabe que al denunciar o hacer público el acto de acoso es inevitable la revictimización. Cada vez que se repite la historia se daña nuevamente la moral del afectado. Una y otra vez se criminaliza el acto de ser diferente.

El uso masificado de la información negativa crea escenarios devastadores para las personas involucradas. La ignominia de estos actos radica en aferrarse contra un menor de edad, cuyo único delito es ser el hijo del Presidente. Y es hecho innegable que los conservadores no soportan el cariño y afecto que el pueblo de México le tiene a nuestro Presidente.

La lucha política se debe de pelear en los foros y espacio públicos. La falta de argumentos, la carencia de un proyecto nacional, ha llevado a los conservadores moralmente derrotados a recurrir a la demostración personal y meterse con aquellos cuyo único delito es no ser parte de la pelea política.

Los conservadores rompen las reglas y operan sus ataques con sus propias reglas. Pero hasta en las guerras hay principios y normas que se siguen. Ese es el contrato social.

Nuestro Presidente lo ha dicho una y otra vez: la política se inventó para no hacer guerras, y evitar la violencia.

Este grupo de gandules, desesperados de que las cosas ya no son a su modo, al viejo estilo de los paramilitares, buscan atacar a mujeres, niños y grupos vulnerables. Su política siempre ha sido abusar de la vulnerabilidad y marginación de las personas.

Estos actos, de ciberacoso masivo contra un menor de edad, no deben de pasar inadvertidos por la ley. Todo lo contrario, conjunta delitos de ciberacoso, y violencia política.

Quienes estamos indignados por estos hechos debemos de ser cuidadosos de no repetir nombres ni sucesos, ni revictimizar a las víctimas en nuestras propias redes.

Poner fin al ciberacoso y a la violencia política digital como forma de hacer política. Este debe ser uno de los temas prioritarios en el próximo trabajo legislativo que impulsará la agenda de información de la seguridad digital y combate al ciberdelito en el Senado.

POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES
COLABORADOR
@NARROJOSE

CAR

Temas