COLUMNA INVITADA

El triunfo de Gustavo Petro en Colombia: el primer gobierno de izquierda

El nuevo titular del ejecutivo en aquella nación es conocido por ser un político profesional, serio, habituado al diálogo plural en el Congreso, con enfoque constructivista basado en la negociación y el entendimiento

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Es oficial, Colombia tendrá por primera vez en su historia un gobierno de izquierda encabezado por el exsenador Gustavo Petro, un personaje que ha tenido que moderar muchas de sus propuestas de campaña y seguramente sus políticas públicas, una vez que tome el poder. Es una persona sobria, pero elocuente en sus exposiciones públicas, un luchador social, aunque también, un personaje con un pasado cuestionable, ya que formo parte de la guerrilla en su país.   

El nuevo titular del ejecutivo en aquella nación es conocido por ser un político profesional, serio, habituado al diálogo plural en el Congreso, con enfoque constructivista basado en la negociación y el entendimiento.  

El próximo presidente de Colombia enfrenta el reto de avanzar en la reconciliación de una nación profundamente polarizada basada en un sistema de castas y niveles socioeconómicos profundamente arraigados en la desigualdad social. Un país marcado por las huellas de la guerra interna. Por élites terratenientes de corte medieval (el uno por ciento de las fincas tiene 81 por ciento de la tierra). Y por residuos de guerrillas de diferente origen ideológico que se nutren del tráfico de drogas. Sin mencionar el incremento de proyectos extractivistas que no han sido adecuadamente regulados por el gobierno como la minería. 

Gustavo Petro, es economista de la Universidad Externado de Colombia.? Al terminar sus estudios universitarios, fue elegido por la Alianza Nacional Popular (ANAPO) como personero en 1981 y concejal de Zipaquirá de 1984 a 1986. Después de desmovilizarse del grupo guerrillero M-19 viajó a Bélgica, como parte de las negociaciones al dejar la guerrilla, donde inició (sin concluir), un diplomado en Medio Ambiente y Desarrollo Poblacional en la Universidad Católica de Lovaina.? 

Posteriormente, inició estudios de doctorado en Nuevas Tendencias de la Administración de Empresas en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad de Salamanca, donde se graduó de una especialización en Administración Pública. De igual manera, ha referido en muchas ocasiones que, por sus responsabilidades como senador, no pudo concluir sus estudios doctorales. Por todo ello se puede apreciar que no es ningún improvisado. 

Junto a él hace historia su compañera de fórmula, Francia Márquez, quien se convertirá en la primera vicepresidenta afrocolombiana, una mujer que hizo campaña por “los nadie”, por las poblaciones deprimidas y excluidas. “Escribimos una historia nueva para Colombia, para América Latina, para el mundo”, dijo en su primer discurso Petro, después de que el preconteo lo arrojara como el ganador de las presidenciales, con 50.48% de los votos, contra 47.26% de su rival, el empresario Rodolfo Hernández.  

Petro, de 62 años, de acuerdo con fuentes cercanas al ahora presidente, buscaría aumentar los impuestos a los más adinerados y plantea ampliar las garantías sociales que da el Estado a la población con educación pública gratuita desde la infancia hasta la universidad, además de generar empleo con un salario básico a quienes no lo encuentren aumentando los subsidios en muchos de los servicios. 

La situación del nuevo gobierno en Colombia no será nada sencilla, de hecho, habrá de requerir de mucho oficio político y legislativo para que salgan adelante múltiples iniciativas y programas que quiera implementar el presidente Corso. Lo anterior es todo un reto, si se toma en consideración que la mayoría en el poder legislativo no la tiene su partido por lo que está obligado a cogobernar con la oposición. 

Otro de los retos que acompañarán a su gobierno, es establecer una sana distancia entre el poder político y económico, ya que Colombia es un país con profundas desigualdades económicas y sociales que obligan a establecer políticas públicas en beneficio de la población y el medio ambiente.  

Durante los primeros 100 días de su gobierno el presidente colombiano enfocaría sus esfuerzos en un plan de emergencia contra el hambre, que estaría basado en garantizar un ingreso vital de medio salario mínimo (128 dólares) para las madres cabezas de hogar. Suspendería los pilotos de fracking, una técnica utilizada para sacar gas y petróleo de rocas profundas. Condonaría los créditos de 10 mil jóvenes en el Icetex, la entidad estatal que financia la educación superior en aquel país. 

De igual forma, buscará impulsar una rápida transición energética, porque considera que Colombia debe pasar de una “economía depredadora” a una enfocada en “la vida”. 

Por todo ello, durante la campaña aseguró que no emitiría nuevas licencias de explotación petrolera, lo que golpearía una industria que representa casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto. ¿De qué manera ´piensa sustituir estos ingresos? Aún no se sabe con claridad. Lo que, si se sabe, es que Colombia tienen muchos retos por enfrentar en su agenda política nacional y poco el tiempo para revertir problemas tan serios como los que aquejan a aquella nación, al parecer será muy poco el tiempo para que la nueva administración pueda dar resultados sustanciales. Son muchas las expectativas y poco el margen de maniobra. 

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES 

PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 

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