DESDE AFUERA

La nueva Babel: Redes y paranoia

En Estados Unidos el tema se amplifica gracias a las redes sociales, que se han convertido en parte integral de su vida y de acuerdo con un ensayo aparecido en la revista The Atlantic, en un factor cada vez más negativo

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desde mediados del siglo pasado, los estadounidenses aseguran que su estilo de hacer política es simple y llanamente paranoico. No son los únicos.

En Estados Unidos el tema se amplifica gracias a las redes sociales, que se han convertido en parte integral de su vida y de acuerdo con un ensayo aparecido en la revista The Atlantic, en un factor cada vez más negativo.

"Estamos desorientados, incapaces de hablar el mismo idioma o reconocer la misma verdad. Estamos separados unos de otros y del pasado", comentó Richard Haidt, autor del texto y sicólogo social en la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York.

Para Haidt, es claro que ya hace tiempo los estadounidenses que se consideran demócratas y los que se profesan republicanos, o de "izquierda" y "derecha", evolucionan en "dos países diferentes que reclaman el mismo territorio, con dos versiones diferentes de la Constitución, la economía y la historia".

Peor aún, alega, es una fragmentación del todo: "se trata de la ruptura de todo lo que parecía sólido, la dispersión de las personas que habían sido una comunidad. Es una metáfora de lo que sucede no solo entre rojo y azul, sino dentro de la izquierda y dentro de la derecha, así como dentro de las universidades, empresas, colegios profesionales, museos e incluso familias".

Lo que el autor considera la "estupidificación" de los estadounidenses ha sido favorecida en su opinión por las redes y la tendencia no solo de agruparse socialmente en grupos afines y hasta en barriadas donde las personas que piensan distinto no son bienvenidas.

Pero las redes en particular han debilitado el capital social (redes sociales extensas con altos niveles de confianza), las instituciones sólidas y las historias compartidas, en lo que el autor considera como una reedición de la mítica Torre de Babel.

Para Haidt en todo caso la situación se desarrolla de forma distinta: para la derecha, los Estados Unidos están siempre bajo la amenaza de enemigos externos y subversivos internos, en una continua batalla entre patriotas y traidores.

Para la izquierda es una batalla eterna entre grupos por un pastel de suma cero; rígidamente igualitaria, centrada en la igualdad de resultados, no de derechos u oportunidades.

Pero si bien el autor se circunscribe a los Estados Unidos la verdad es que esa polarización social y política se vive de manera distinta pero con resultados similares en otros países, como México.

Las paranoicas visiones de bueno y malo, de enemigos en cada esquina y complots bajo cada mesa que definieron el macartismo fueron "la marca de la casa" de la forma en que los Estados Unidos enfrentaron la "guerra fría" y su secuela.

Lo cierto es que no son ni han sido los únicos. Esa formulación es visible también en la forma en que la Unión Soviética –y ahora Rusia– desarrolla sus propias políticas, incluso la actual invasión de Ucrania y su intento de conquista territorial.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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