CUADRILÁTERO POLÍTICO

Empoderamiento e igualdad de género: un reto actual

Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo, los hombres y las mujeres se liberan en comunión: Paulo Freire

OPINIÓN

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Juan Hugo de la Rosa / Cuadrilátero Político / Opinión El Heraldo de México

Los procesos liberadores de la humanidad han sido lentos según las condiciones históricas. Han representado un reto para la mujer por el modelo patriarcal romano, cuya influencia las ha mantenido en desventaja.

El empoderamiento femenino implica avanzar más allá de los pasos dados por la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) con tres principios fundamentales: igualdad de resultados, no discriminación contra el sector femenino y responsabilidad estatal.

En este sentido, el Estado mexicano tiene asignaturas pendientes para acabar con las barreras estructurales y culturales.

Legislar e impulsar políticas públicas que superen la discriminación contra la mujer y apuntale los principios de igualdad de derechos y respeto de la dignidad humana y mientras no se haga nada en este sentido se verá obstaculizado el pleno desarrollo de las posibilidades de la mujer y le impedirá mejorar el bienestar social y familiar.

Por ello es indispensable continuar con el impulso y mejora de aspectos jurídicos, que permitan dejar atrás la cultura del patriarcado, expresada en la dificultad que tiene la mujer para acceder a bienes, servicios y prerrogativas, igual que un hombre.

Debemos reconocer que todavía existen resistencias conservadoras con relación al respeto a los derechos políticos de las mujeres, a su derecho a encabezar los ayuntamientos, alcaldías; afortunadamente esto no ocurre en todo el país, de hecho en el Estado de México y la Ciudad de México hay pleno respeto, a diferencia del sureste del país.

El derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo también supone una brecha legislativa, prueba de ello es lo estipulado en la Constitución del Estado de México respecto a la interrupción del embarazo, pues únicamente está permitido en caso de violación, peligro de muerte de la madre, malformaciones genéticas o congénitas graves del producto y también cuando ocurre de manera no intencional.

A diferencia de la Constitución de la Ciudad de México, en la que es legal sin importar el motivo, no obstante, la colindancia de ambas entidades y convivencia cotidiana.

Es fundamental que la ciudadanía del Estado de México impulse la transformación total para que en los próximos tiempos consiga los avances de la Constitución de la Ciudad de México y sus leyes reglamentarias, y también cambios que favorezcan a mujeres, hombres y a quienes deciden adoptar identidades distintas al binarismo.

Necesitamos empoderar a las personas para arribar a la igualdad sustantiva. Eso se podrá reducir, pasando de lo vertical y jerárquico a lo horizontal y democrático, en todas las estructuras políticas, en los diferentes órdenes de gobierno, empresas públicas, privadas, así como los hogares.

POR JUAN HUGO DE LA ROSA
DIRIGENTE NACIONAL DE UNIDOS POR UN MEJOR PAÍS
@JUANHUGONEZA

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