Renuncian ustedes a Satanás. Renuncian a todas sus seducciones. Renuncian al pecado para que ustedes puedan vivir-- era el sermón del padre Cuco en la parroquia Espíritu Santo, en Culiacán, cuando agentes encapuchados se acercaron al padrino, un capo peligroso.
Uno de los agentes se le acercó, lo tomó por el brazo y le dijo algo al oído. Él se declaró rendido al entregarse sin resistencia. El papá, la familia, los invitados y sicarios enmudecieron al ver cómo era conducido a un vehículo oficial para ser trasladado rumbo a Chihuahua.
No es el guion de Netflix ni de ninguna otra productora de series o películas de ficción, fue un momento de la vida real de José Brayan Zepeda Salgueiro, alias "Menor" o "El 90", presunto operador del Cártel de Sinaloa y compadre de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo”, y de la justicia mexicana.
La captura de uno de los más buscados en México y el extranjero no registró un solo disparo ni un conato de violencia. Hay que anotarlo como un ejemplo de la coordinación institucional entre autoridades federales como Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Fuerzas Armadas, inteligencia e incluso autoridades locales, en este caso de la fiscalía de Chihuahua; cumplimentaron una orden de aprehensión por el delito de secuestro agravado.
Así Los Tucanes de Tijuana, La Sonora Dinamita, Banda Renovación y otros grupos locales fueron avisados de la cancelación del evento y tuvieron que callarse.
Esta vez, "El Menor" o "El 90" será juzgado por secuestro pero debería tener un expediente abierto para que su caso sea analizado por narcotráfico y no vuelva a ocurrir lo que pasó con el Fantama antier, quien fue liberado por orden de un juez a pesar de que traía asoleados a los gobiernos de Zacatecas y Chihuahua por colgar en puentes a sus víctimas.
Uppercut: Los aguacateros crearán sus propia policía para vigilar su cosecha y punto final de exportación.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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MAAZ