Hace unos días encontré en la plataforma de Netflix una de mis películas favoritas del director español Pedro Almodóvar: “Volver”, en la que Penélope Cruz y Carmen Maura protagonizan un drama familiar que es un elogio a las mujeres fuertes de los pueblos, a las madres, hijas y hermanas que luchan a brazo partido para sobrevivir en un mundo machista, y que a veces, tienen que tomar decisiones en las que les va la vida para protegerse y defenderse unas a otras. Esas mujeres fuertes que siempre vuelven a su raíz y a sus orígenes para nutrirse de la savia y la fuerza que las mantiene en pie.
“Volver” es el nombre del tango argentino que inmortalizara a Carlos Gardel y que Almodóvar tomó para titular su película que plantea que los regresos, las vueltas del destino siempre van a sorprendernos y que los seres humanos siempre podemos volver a retomar lo mismo alguna actividad o pasión que nos gustaba, pero que abandonamos por un tiempo o retornar a esos lugares donde crecimos y aprendimos de la vida o volver sobre nuestros propios pasos para reencontrarnos cuando nos sentimos perdidos.
Hoy que en los tiempos de la pandemia del COVID-19 muchas cosas empiezan a volver a la normalidad –a una normalidad distinta pero lo más parecido a lo que conocimos antes del virus que nos volteó la vida– también están volviendo las carreras presenciales, lo mismo las de 5 y 10 km, que el medio maratón o, incluso, los grandes maratones masivos en varias ciudades del mundo que vuelven a efectuarse de manera presencial. Y con el regreso de las carreras muchos corredores también quieren volver a vivir la experiencia de cruzar una meta.
Para la gran mayoría de los corredores participar en una carrera es uno de los principales motivos que los impulsa a levantarse cada día a correr, y ahora que los organizadores ya empiezan a abrir las inscripciones, muchos atletas amateurs están retomando su entrenamiento después de haberlo dejado o bajado el nivel, debido a la pandemia.
Volver a la pista no siempre es sencillo, dos años pesan en el cuerpo y la mente, sobre todo, cuando la edad va en contra. Nuestro cuerpo no es el mismo que era antes de la pandemia y más aún si nos contagiamos de COVID-19, todo nuestro organismo se ha visto afectado por la cuarentena, y por lo tanto, hay que tomar las debidas precauciones y cuidados antes de volver a correr y de los cuales ya hemos hablado en esta columna.
Hoy quisiera invitarte a que si retomaste la carrera, lo hagas de manera progresiva, disfrutando del proceso, descubriendo o redescubriendo sensaciones que tal vez habíamos olvidado y que ahora sentiremos de manera distinta porque tenemos más experiencia; volver a ?sentir lo mucho que nos gusta correr y encontrar en los kilómetros ese remanso de soledad y de paz que tanto disfrutamos.
Chritopher McDougall describe todas estas las sensaciones en su libro Nacidos para Correr, al citar a la gran atleta estadounidense Ann Trason quien propone que correr es sensual y hasta romántico: “Tienes que estar en sintonía con tu cuerpo… Debes escuchar atentamente el sonido de tu respiración; ser consciente de cuánto sudor te adorna la espalda; no olvidar premiarte con agua fría y un tentempié salado y preguntarte con cierta frecuencia y honestamente, cómo te sientes de verdad. ¿Qué podría ser más sensual que prestarle una atención exquisita a tu propio cuerpo? Lo sensual cuenta como romántico ¿cierto?”.
Y es que también la carrera es un poco como el amor, una vez que se ha probado puede convertirse en una compañera fiel para toda la vida, algunas veces nos hace tan dependientes de ella como de una droga, y en otras ocasiones en las que necesitamos de un tiempo fuera, nos distanciamos, pero jamás la olvidamos porque la carrera sabe cómo hacerse imprescindible, necesaria y como dice el tango de Gardel: “Siempre se vuelve al primer amor”.
POR ROSSANA AYALA
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