Columna Invitada

El acecho no existe en México

Entonces ¿lo qué le pasó a Valeria es acoso sexual o no existe? La respuesta tristemente es sí, en México no existía legislación del tipo legal que Valeria necesita más que en el Estado de Guanajuato. Valería fue víctima de acecho

El acecho no existe en México
Diana Murrieta / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hace más de un año Valeria Macías, profesora y promotora cultural en Monterrey, denunció públicamente mediante sus redes sociales una conducta parecida al hostigamiento y acoso por parte de un ex alumno que había tomado clases con ella, en ese momento esto ya tenía al lo menos cinco años pasando; esta conducta se basaba en amenazas, seguirla a su domicilio, saber dónde y con quien estaba, reiterarle su obsesión por ella y literalmente “consumir” la vida de Valeria.

Valeria hizo lo que a todas nos piden hacer, denunciar. Valeria tuvo miedo fundado de su vida, porque expresamente su agresor la había amenazado con esto, su caso como algunos más se hizo tan viral que las autoridades comenzaron a tomarlo con seriedad, ya que antes de eso le comentaron que a ella “no le estaba pasando ningún delito,” con esto, tanto la administración pública como el poder judicial atendieron un caso catalogado como “acoso sexual,” aún cuando Valeria manifesto que jamás hubo algún acto en el que constará una indole sexual.

Entonces ¿lo qué le pasó a Valeria es acoso sexual o no existe? La respuesta tristemente es sí, en México no existía legislación del tipo legal que Valeria necesita más que en el Estado de Guanajuato. Valería fue víctima de acecho.

El acecho puede ser definido como un patrón de atención repetida y no deseada dirigido a una persona específica provocando un sentimiento de miedo, frustración, impotencia y/o amenaza y puede ser identificado mediante diversos actos a manera de patrón de abuso persistente que implican acciones como vigilar, espiar, contactar o seguir a otra persona en contra de su voluntad pudiendo ser una amenaza directa o indirecta.

El acecho provoca en la víctima temer por su seguridad, libertad e inclusive, vida. Valeria no es la única víctima de acecho, es la primera que nos dio la oportunidad de cambiar la narrativa pero las activistas, periodistas y mujeres en general hemos sido acechadas por ex parejas, por conocidos y conocidas y por gente que tampoco conocemos.

Valeria es un caso más de violencia sistematica y acecho, Valeria al día de hoy ya no tiene un solo agresor, ella ha sido vulnerada también por las propias autoridades, por un sistema legislativo que no estaba interesado en investigar tipos legales con perspectiva de género, por un sistema judicial de un Estado que está notoriamente incapacitado para actuar con principios minimos de justicia y atención a víctimas y por un poder ejecutivo que no ha podido brindarle a más mujeres políticas públicas coherentes y necesarias.

George Steiner señalaba que “aquello que no se nombra, no existe,” por casos como éste, esa frase es vigente y exacta, Valeria es una mujer admirable que nos ha hecho voltear a ver la realidad de un país, no será una más y su caso debe ser un recordatorio para todos los Estados que aún no implementan el tipo legal de acecho, pero también recordarles la importancia de nombrar para reconocer el tipo de violencias y con eso, trabajar en la prevención y en castigos que más allá de cárcel puedan abarcar tratamientos psicológicos y psiquiátricos.

POR DIANA MURRIETA
PRESIDENTA Y FUNDADORA DE NOSOTRAS PARA ELLAS, A.C.
DIANA.MURRIETA@NOSOTRASPARAELLAS.ORG
@DIANAMURRIETAM

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