El fondo del meollo

Qatar 2022, el mundial de la simulación

Qatar 2022 se convirtió en el mundial de la simulación. El hecho más evidente fue en el estadio Education City

Qatar 2022, el mundial de la simulación
Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Qatar 2022 se convirtió en el mundial de la simulación. El hecho más evidente fue en el estadio Education City al ver a un grupo de aficionados con las camisetas de Brasil saliendo de las tribunas como si nada hubiera pasado. Aficionados falsos, la mayoría del sector de la construcción que fueron apalabrados ($$) para que fungieran como fans al equipo que jugará ese día. Así vimos españoles fake, mexicanos, brasileños, ingleses, etc.

Una patética simulación. El drama que vivió Brasil ante Croacia fue de extrema tristeza para su “torcida”, la de verdad, la que tiene al futbol como un estilo de vida, pasional y entregado, y no de apariencias que el gobierno qatarí quiso mostrar como si a ciudadanos de Pakistán, Bangladesh, India, Sri Lanka, que vienen a Qatar para mejores condiciones económicas, les importara el futbol.

Sembrar aficionados no es lo único en lo que el mundial simuló. Todos los partidos se informaba que la capacidad del estadio fue utilizada al 100%, pero lo que no dijeron es que hubo partidos de poca demanda en boletos, y a muchos dejaron ingresar a los estados ya iniciado el partido; como tampoco aceptarán los datos proporcionados por algunos hoteles en West Bay, donde nos aseguran nunca se llegó al 100% de ocupación, ni en el pico más alto de afluencia en Doha. Para cuartos de final, los hoteles están en un 40 a 50 por ciento de su capacidad.

Opulencia, altos costos, lejanía, hizo que fuera el mundial de futbol con menos aficionados provenientes de Europa, solamente ayer en el partido de Países Bajos contra Argentina habían no más de mil holandeses en el estadio, algo rarísimo en esta entregada afición que cuando juegan mundiales de futbol suelen tomar al menos el 505 del estadio. Y así fue con Alemania, Francia, España, Inglaterra, países que suelen llevar cientos de miles de aficionados, esta vez, no fue así.

Por eso cuando Gianni Infantino, presidente de la FIFA, habla que ha sido una Copa del Mundo exitosa, incluso se atrevió a afirmar que fue la primera fase más grandiosa de la historia, solamente es una vulgar mentira, de un funcionario queda bien con los árabes y rendido ante los qatarís.

Infantino, como todos los presidentes de federaciones del mundo, saben que fue un error darle a Qatar el mundial de futbol. Su asquerosa corrupción para otorgarles la sede nunca fue parada por el propio Infantino, porque bien pudo hacerlo en el tiempo justo, no se atrevió.

Si bien para quienes hemos estado aquí por más de 40 días hemos disfrutado del futbol, de sus magníficos estadios y comunicaciones, sin duda ha sido un mundial frío, desaborido y de esos que extrañan a un país europeo o de tradición futbolística real, no ficticia como los qatarís.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@gvlo2008

MAAZ

 

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