Más allá de las violaciones constitucionales que existen en la minuta de la Cámara de Diputados sobre las Leyes Electorales, que reglamentan los artículos 41, 99, 127 y 134 de la Constitución—de las que nos ocuparemos en otra ocasión—, hubo un proceso legislativo desaseado en la Cámara de Diputados que aprobó –de manera exprés— una iniciativa que ni siquiera conocían, pues esta contiene reformas a más de 450 artículos que no se pueden analizar en un día, y menos en tres horas.
Poco después de las 22:00 horas del 6 de diciembre —frente a la sorpresa de muchos—, se remitió a comisiones la iniciativa presidencial, no obstante, se abrió un receso.
¿Qué pasó? En los partidos oficialistas hubo una división interna, pues el PT y el Partido Verde exigieron la llamada “cláusula de la vida eterna”, que permite en las coaliciones que el partido mayoritario pueda otorgar votos al minoritario con el que se encuentra aliado; no sólo eso, la Constitución establece claramente que los partidos que no cuenten con 3 por ciento de la votación deberían desaparecer, por eso modificaron la iniciativa para imponer que, si obtenían este 3 por ciento en 16 entidades federativas podrían continuar con su registro. Verdaderamente increíble e inconstitucional.
¿Qué hicieron? Al reanudarse la sesión, tres horas después, presentaron una reserva que fue aprobada, para darle estas canonjías a sus partidos satélites. El Presidente no se enteró, por eso, el jueves 8, el titular del Ejecutivo dijo que, si fuera necesario, enviaría una nueva Iniciativa para suprimir esta irregularidad antidemocrática; esa misma tarde el jefe de la bancada morenista en San Lázaro, Ignacio Mier, dijo “que se había tratado de un error”. Otra barbaridad, pues pretende modificar una minuta ya aprobada por el Pleno, lo cual es imposible en el Derecho Parlamentario Mexicano, toda vez que ese análisis ya le toca a la cámara revisora.
Con toda claridad, el senador Ricardo Monreal afirmó que, cuando menos, esta modificación era claramente inconstitucional; la noche anterior se envió la minuta a comisiones para su dictaminación, como lo establece la norma particular del Senado de la República.
Este aspirante presidencial será presionado y, necesariamente, tendrá que tomar una decisión que definirá su inmediato destino político.
¿Qué va a hacer Monreal? Presionado por su propia bancada: 1) puede atender la orden presidencial para modificar la minuta, dictaminar y votar estas leyes electorales de inmediato, con el riesgo de que no obtenga la mayoría, ante el desacuerdo del PT y del Partido Verde; 2) también puede analizar la constitucionalidad de la propuesta y hacer cambios adicionales a dicha minuta con las negociaciones necesarias para construir los acuerdos parlamentarios. En ambos casos implicaría regresarla a la colegisladora en términos del artículo 72 Constitucional, con lo cual podría discutirse hasta el próximo periodo ordinario de sesiones, es decir, podría ser hasta febrero cuando se defina el destino final de esta iniciativa.
Para Monreal este momento es decisivo, pues, si se opone a las órdenes presidenciales no le quedará otro remedio que desligarse de Morena y buscar una candidatura en Movimiento Ciudadano o en el Partido de la Revolución Democrática, ahí veremos hasta dónde llegará esta aspiración que ha despertado el interés nacional.
Como quiera que sea, el senador Ricardo Monreal y sus aliados han sido un contrapeso a la imposición autoritaria.
En los próximos cinco días es posible que tengamos más claro el panorama de la sucesión presidencial.
La mayoría del pueblo mexicano no conoce las entretelas del Congreso, por eso, es importante difundir lo que pasa debajo de la mesa.
POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)
VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA
MAAZ