Con el arranque del mundial de fútbol ha cambiado el humor nacional y se renueva la esperanza del quinto partido, sobre todo, después de la sorprendente victoria de Arabia Saudita sobre Argentina. Lo que no ha cambiado, es la pretensión abusiva del gobierno de apoderarse del INE para controlar las elecciones del 2024.
Luego del éxito de la marcha ciudadana en defensa de la democracia y del INE, el gobierno ha convocado a una contramarcha para confrontar a los ciudadanos y tratar de recuperar la narrativa y el control de la agenda pública. En un acto desesperado, al más viejo estilo, la movilización será encabezada por el presidente de la republica, dispondrá de recursos públicos y de las estructuras “clientelares” y burocráticas de los gobiernos emanados de Morena.
Al mismo tiempo, se ha convocado a las comisiones de la Cámara de Diputados para elaborar el dictamen de la reforma constitucional en materia electoral; y se ha anunciado un Plan B, para impulsar las reformas legales en caso de que fracase la reforma constitucional. En el mismo sentido, se han hecho declaraciones presionando con adelantar, a diciembre de este año, el
nombramiento de los cuatro consejeros consejeros electorales para substituir a los que concluyen su período; y se mantienen las restricciones presupuestales al órgano electoral.
Como se puede ver, ante la incertidumbre electoral, el gobierno no ha escuchado la demanda ciudadana y está dispuesto a quedarse con el arbitro electoral a cualquier precio, buscando asegurar el resultado de la elección presidencial, en la mesa, si es preciso.
Ante esto, se ha reagrupado el bloque opositor en la Cámara de Diputados y los coordinadores parlamentarios han anunciado su voto e contra; incluso el PRI, que se distanció de sus aliados, ha endurecido su discurso tratando de lavar las culpas. Si atendemos a las últimas declaraciones de las bancadas del PAN, PRI, PRD y la posición de MC sobre el INE, es probable que estas reformas no avancen, de todas formas, las maniobras para elegir consejeros electorales a modo están en marcha.
Por ello, resulta alentador el surgimiento de “la ola rosa”, de un cúmulo de iniciativas ciudadanas que se han multiplicado a partir de la marcha del 13 de noviembre y que han adoptado el color rosa para expresar su posición en defensa de la democracia y del INE. La agrupación Unid@s ha fijado su posición a través del hashtag #SeguimosEnMarcha y se ha sumado a la convocatoria “Domingo Rosa” a fin de fortalecer la identidad y la fuerza del movimiento en defensa de la democracia.
En medio de la euforia mundialista, es preciso mantener la alerta democrática sobre estos cambios legislativos en proceso y no permitir que la conquista ciudadana que nos permitió tener elecciones auténticas, se pierda a manos de un gobierno que pretende una regresión autoritaria con tal de mantenerse en el poder.
A quienes marcharon en todo el país y a quienes respaldan esta lucha de diferentes maneras, conviene recordarles que la participación ciudadana y la organización social, es el mejor antídoto contra el abuso de poder y las pretensiones autoritarias.
POR MARCO ADAME
Analista y Consultor Político
@MarcoAdame
MAAZ