TRES EN RAYA

SEDENA Airlines Inc. (o Mexicana bis) ¿Cuáles utilidades?

Se requiere logo: un ganso cansado, una guacamaya parlanchina, una gacela cuidadora

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Se requiere logo: un ganso cansado, una guacamaya parlanchina, una gacela cuidadora (por aquello del Estado Mayor Presidencial), o bien un cuervo espión (en honor a la alta tecnología en la que no quiere invertir el gobierno de la Cuarta Transformación). Y si bien estos logos retratarían o evocarían de una u otra forma al actual sexenio, AMLO ya opinó que para el próximo emprendimiento de la SEDENA —tener una aerolínea, además de todo un negocio de hotelería y hospedajes— podrían tomar el nombre de Mexicana de Aviación…

Gracias a los Guacamaya Leaks, se sabe que el ejército mexicano busca tener una aerolínea comercial. Sí, las mismas Fuerzas Armadas que, como se sabe producto del mencionado hackeo, dejaron en la basura sin destruir bitácoras secretas de vuelos de López Obrador, quiere ser dueño de una empresa de aviación.

Minucias el que no esté permitido internacionalmente (Convenio de Chicago) que el ejército (cualquiera, de cualquier país) maneje/tenga una aerolínea comercial. Por supuesto, ya entrados en gastos (¿por qué no?) uno de los aviones sería el invendible TP01.

Aunque López Obrador considera que negocios y gobierno son lo mismo, y que gestionar unos y otro no requiere ciencia alguna, la realidad muestra que no es lo que él supone. Lanzar una aerolínea comercial requiere muchos recursos; comprar los aviones, contratar y capacitar al personal adecuado, conseguir los permisos de vuelo, los “slots” en los aeropuertos, las autorizaciones de las agencias internacionales, las certificaciones. Mismo si se cuenta con el conocimiento y la inversión, todo lo anterior tomará al menos dos años antes de poder hablar de un vuelo inaugural.

Pero en la mañanera López Obrador festejó con cifras alegres el proyecto aeronáutico militar. Se ufanó de que las utilidades irían a un fondo de pensiones para los soldados. No conoce ni le han explicado los costos hundidos que supone iniciar una aerolínea y que esta no generaría utilidades pronto, quizá nunca.

Valdría la pena que otras aerolíneas mexicanas —e internacionales— le explicaran lo complicado que resulta dicho negocio; específicamente que le detallaran los análisis relativos a márgenes de utilidad. No en balde, desafortunadamente Aeroméxico esta pasando por una reestructuración financiera estricta para evitar la bancarrota. Ya no se diga la muy complicada situación que vive Interjet, tanto en razón de operaciones de defraudación fiscal, como por haber comprado aviones caros y difíciles de reparar.

Todas las aerolíneas enfrentan, además, problemas por el alto costo de la turbosina y un mercado que apenas empieza a recuperarse después de transitar por lo más agudo de la pandemia del covid. Las cuentas alegres no se dan ni siquiera en Estados Unidos, donde este año se han tenido que cancelar cientos de vuelos por falta de pasajeros.

Por si todo esto fuera poco, el arranque de la aerolínea verde olivo se proyecta para el 2024 (así lo confirmó el presidente López Obrador), pero no se programaron recursos en el Presupuesto Federal 2023 para ello. En este sentido, ya se puede uno imaginar de dónde saldrá el dinero para que despegue esta disparatada idea: de los fondos del gobierno (impuestos pagados por todos nosotros) o de adquirir deuda (que también pagaremos los ciudadanos).

En la propuesta de esta paramilitar (paraestatal sería si fuera manejada solo por el gobierno SIN la administración castrense) tampoco se ha mencionado quién costeará las pérdidas de esta… También podemos adivinarlo: se reasignarán fondos de otras dependencias hacia esta ocurrencia. Así sucedió con lo que tenía que haber invertido el CONACYT para becas de estudiantes e investigadores nacionales; se re etiquetó para el proyecto del Tren Maya.

Sin estudios previos de factibilidad, saltándose la ley y obteniendo recursos económicos que debieran ser utilizados para verdaderas y urgentes necesidades (invertir más y mejor en educación, por ejemplo), la “Gansito Airlines” despegará del AIFA, llegará a aeropuertos nacionales y a lugares tan democráticos como son Cuba o Venezuela. Ello ayudará a que NO volvamos a recobrar nunca la certificación 1 de aviación a nivel internacional.

Igual como seguimos pagando el NAICM (que se destruyó por el capricho de un hombre, pero que nos sigue costando), se avisora tendremos que pagar una línea aérea que nunca despegará comercialmente hablando.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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