Tres en Raya

Putin, el amigo de López Obrador

El Presidente ruso ha amenazado con utilizar su nada despreciable arsenal nuclear, ante el hecho de que su población está escapando del país

Putin, el amigo de López Obrador
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

"La mejor política exterior es la interior”. Eso que López Obrador ha dicho muchas veces, no lo pone en práctica si no le conviene. De hecho, la pegajosa frase es moneda de cambio. Ante las atrocidades y sinnúmero de violaciones a DDHH realizadas por el grupo de naciones con gobiernos afines a la 4T, México guarda un silencio sepulcral; con los gobiernos de otros países que no necesariamente comulgan con el obradorismo, nuestro mandatario y parte de su administración, se inmiscuyen.

Algunos ejemplos:

Cuando Joe Biden ganó la elección presidencial en Estados Unidos, AMLO tardó más de un mes en felicitarlo. Argumentó “no intervención”. En cambio, a Lula da Silva lo felicitó de inmediato a pesar de que falta una segunda vuelta electoral para determinar al ganador en las elecciones presidenciales de Brasil. Ante las atrocidades de Daniel Ortega en Nicaragua y la represión en Cuba, el gobierno de México no emite condena; lo mismo al respecto de la violencia extrema en Irán en contra de las mujeres. López Obrador y la 4T han olvidado ser feministas y pacifistas.

A Evo Morales se le extrajo de Bolivia para que ahí no lo juzgaran (López Obrador pasó por alto eso de “la autodeterminación de los pueblos”), pero criticó a la ONU por supuestamente no defender de manera correcta los derechos humanos; y nada comentó al respecto de la ilegal aprehensión de Alejandra Cuevas en nuestro país.

Tenemos, entonces, que luego de la invasión rusa a Ucrania, la primera acción fue crear una comisión de amistad entre México y Rusia, conformada por diputados morenistas. Después, al titular del Ejecutivo le surgió la idea de mediar entre esta última nación y Ucrania, tergiversando las cosas: empezando por llamarle guerra a lo que ha sido una invasión rusa en tierras ucranianas.

AMLO acompañó esta narrativa con la petición, ante las Naciones Unidas, de un cese al fuego, dándole ventaja a quien inició el conflicto e invadió otro país… La presentación de la mencionada propuesta en NY estuvo a cargo de Marcelo Ebrard, lo cual no abona a sus esperanzas de ser la corcholata elegida (más bien lo dejó como títere a nivel internacional).

El gobierno de la 4T busca pasar por alto que Rusia ha cometido crímenes de lesa humanidad (los cuales no prescriben) y que ni siquiera ha respetado las convenciones internacionales sobre los prisioneros de guerra al torturarles. 

No se diga el trato vejatorio que ha recibido la población civil ucraniana por parte de sus vecinos rusos.

Vladimir Putin ha amenazado con utilizar su nada despreciable arsenal nuclear. Y, como muestra del tamaño del desacierto del líder ruso, su misma población está escapando de Rusia ante el aviso de que se incrementará el ejército y se requieren más conscriptos. Este éxodo masivo muestra el error emprendido por Putin y el terror de ese régimen.

Parte del sinsentido de la propuesta lopezobradorista fue que en ningún momento se preguntó a Ucrania y a Rusia si aceptarían negociar la idea de México (tampoco al Papa Francisco o al Presidente de la India se les pidió su opinión).
La historia no será benévola con quien busca defender los crímenes de guerra. México ha perdido —espero no irremediablemente— su reconocida e histórica labor de mediador internacional. En ser defensor de dictaduras y de tiranos. Triste la representación de nuestra nación, terrible ser amigo de Putin.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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