COLUMNA INVITADA

Dime quién eres y a ver si te creo

Mientras México pelea internamente por hacer como que no pasa nada en materia energética, la región de Norte América libra la verdadera batalla: soluciones energéticas

Dime quién eres y a ver si te creo
Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Dime con quien andas (te gobierna) y te diré quién eres. Dime cómo te vendes y te diré qué presente y futuro te estas comprando. El mundo parece incierto, el país vive en y de incertidumbre, ya es costumbre (no amor). No andamos bien ni en quien nos acompaña, ni como nos estamos vendiendo. 

Mientras México pelea internamente por hacer como que no pasa nada en materia energética con declaraciones constantes que retumban solo en los medios nacionales y cambios en los equipos torales para la negociación, la región de Norte América libra la verdadera batalla: soluciones energéticas para una creciente demanda. 

Para muestra basta hojear uno de los diarios más influyentes a nivel global, el New York Times; y observar la agenda editorial, pero también los anuncios pagados. En su edición del pasado domingo encontré en espacios estelares dos anuncios publicitarios que llamaron particularmente mi atención. 

El primero “Necesitamos soluciones energéticas para este preciso momento - theenergyofnow.org” publicado a página completa, lo que significa una fuerte inversión económica en la campaña y deja entrever lo que está detrás de ella. El segundo, “Look North. For energy security – CanadaIsTheSolution.com”.

Los denominadores comunes de ambas campañas de posicionamiento y de negocios son: (1) ambas reconocen en hechos y datos, no en discursos, que el mundo será de quien dé respuesta a la creciente demanda de energía a nivel global, y, (2) es necesario invertir cantidades desproporcionadas para poder cumplir con ella y las metas contra el cambio climático. Como dato para nutrir el debate esa inversión, tan solo en producción de gas natural, asciende a  2.7 trillones de dólares (billones en español). 

La principal diferencia entre ellas es que theenergyofnow.org es de una empresa privada (esas que odiamos tanto en México), y la segunda es soft diplomacy. Para no incomodar al Gobierno de México, la secretaria Nahle o el director Oropeza, vámonos a lo propositivo. 

Para ello, primero hay que observar que Canadá es un país que, ante todo, prioriza su economía, su empleo y a sus ciudadanos; aun así, se presenta como solución para las necesidades energéticas, en específico petróleo y gas, de Estados Unidos. 

Al hacerlo salvaguarda su soberanía porque esta interiorizada en el gobierno y sus ciudadanos, es decir, es cultura no discurso político; y al mismo tiempo, pone su economía y país en el juego. 

Además, CanadaIsTheSolution.org juega con un factor clave y fundamental para Estados Unidos: la libertad y se presenta como un aliado cercano geográfica, cultural y políticamente. “Estados Unidos no solo necesita más energía, necesita más energía generada de forma responsable”, señalan. La frase tiene un doble juego, “responsable” con el medio ambiente pero también políticamente. 

El presente energético del mundo y de Estados Unidos depende de países con gobiernos no democráticos. Dos datos espeluznantes: del año 2000 al 2020 la producción de petróleo por esos países pasó de 39% a 49% lo que significa un retroceso geoeconómico-político a 1980. Para el caso del gas natural la producción de países “no libres” pasó de 8% en 1990 a 48% en 2020 (Freedom House y Canada Energy Centre). 

Palabras más, palabras menos, Canadá le dice a Estados Unidos que tiene que ser más congruente en la relación de su economía con la vida política y democrática de los países a los que les consume energéticos. 

Dos lecciones debemos aprender de esto, primero, mientras nosotros damos problemas al #TMEC uno de nuestros “aliados” se presenta como la solución, y lo hace preservando lo que decimos defender. Segundo, en medio de la reforma electoral, debemos ser particularmente cuidados de que nuestro índice democrático no caiga porque en una de esas la lucha política interna se vuelve nuestro pecado global. 

No es opinión, son hechos y datos: no andamos bien ni en quien nos acompaña, ni como nos estamos vendiendo. 

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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