COLUMNA INVITADA

Estanflación a la vista

México avanza hacia un escenario de estanflación como no se veía en décadas. Los datos  (los reales) no mienten

OPINIÓN

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Fausto Barajas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México

La peor pesadilla para una economía se llama “estanflación”, que es una mezcla peligrosa y  nociva de estancamiento con inflación.  

México avanza hacia un escenario de estanflación como no se veía en décadas. Los datos  (los reales) no mienten. 

La economía mexicana cerró 2021 a la baja. En diciembre, el Indicador Oportuno de  Actividad Económica (IAOE) estimó una caída de 0.2 por ciento del Indicador Global de  Actividad Económica (IGAE). 

El rebote que tuvo la economía luego de la crisis de 2019-2020 ya se acabó y no alcanzó  para recuperar todo lo perdido.  

A nivel local, el panorama no es alentador. El Indicador Mensual de la actividad Industrial  por entidad federativa registró 14 entidades en contracción anual durante el mes de  septiembre.  

Los Estados con mayor contracción en su sector industrial fueron Aguascalientes, con una  caída de 24 por ciento; San Luis Potosí, con 14 por ciento; Baja California Sur, con 13 por  ciento; Puebla, con 12 por ciento y Coahuila con 9 por ciento por debajo del año pasado. 

En el otro extremo hubo entidades que mostraron una recuperación del sector industrial,  sin embargo, la proporciones que representan para el país non son las más altas. Nayarit  creció 47 por ciento; Veracruz, 17 y Tabasco, 16 por ciento. 

La falta de impulso a la economía desde el gasto público hace más difícil salir de la situación  crítica en la que vive México.  

La inversión física presupuestaria del gobierno federal en materia de salud se contrajo 44  por ciento en términos reales durante los primeros once meses de 2021. En el mismo  sentido, la caída de la inversión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes fue de 20  por ciento, seguida de Educación, donde cayó 16 por ciento. La inversión en el sector  energético creció 21 por ciento, sin embargo, no se debe de perder de vista que mucha de  esa inversión se destina a obras como la refinería de Dos Bocas, que siguen inconclusas y  no han demostrado ser productivas y viables. 

Por el lado de la inflación, la situación también es mala. Cerramos 2021 con una tasa anual  de 7.36%, la peor en 20 años. La gente en la calle sabe bien que, más allá de las cifras, los  precios de los alimentos, el gas, la gasolina y otros productos indispensables para la vida no  han dejado de subir. Los chistes en redes sociales sobre el brutal encarecimiento del limón  dan fe de cómo hasta lo más básico ha quedado fuera del alcance de las mayorías. 

Así, México avanza hacia un escenario económico de mayor incertidumbre. El sector  privado se mantiene callado y expectante, esperanzado en que las cosas cambien mediante  negociaciones cupulares. Pero mientras el populismo siga en el poder, no podemos augurar  un cambio de rumbo en la política económica que nos permita vislumbrar mejores  resultados a lo largo del año. 

POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS 
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA 
@FAUSTOBARAJAS

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