SALTO CUÁNTICO

¿De quién es el bebé asesinado en San Miguel?

Hasta el momento ninguna persona ha reclamado el cuerpo del menor o denunciado su desaparición

OPINIÓN

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Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Un bebé de tres meses fue encontrado muerto en un bote de basura en el interior del penal de San Miguel, en Puebla. La información revela que un interno que recolectaba desechos encontró el cadáver envuelto en una cobija café, habituales para cubrir a niños de esa edad.

Este caso se dio a conocer el 11 de enero, cuando se encontró el cuerpo. Es un hecho que indigna y daña la inteligencia de la población. Me sumo al reclamo de asociaciones civiles y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se esclarezca lo más pronto el hecho, pues es ruin que un bebé haya sido asesinado dentro de una cárcel.

Hay una serie de preguntas que se deben resolver:

¿Qué hacía un bebé de tres meses al interior de un penal donde se tiene prohibido el acceso a los menores?, ¿cómo es que nadie se dio cuenta de su ingreso cuando iba vestido y cobijado con ropa para bebés?, o sea, no disimularon su apariencia, y ¿cómo es que nadie se dio cuenta de su presencia?

Dentro de las suposiciones de las autoridades estatales —y digo suposiciones, porque no tienen nada concreto desde hace más de una semana que esto ocurrió—, está que el bebé ingresó el 7 de enero a la cárcel, ¿de dónde sale ese dato, si es que no había registro del ingreso del niño?, ¿cómo saben que estaba ahí desde el 7?, si lo vieron ingresar, ¿por qué nadie preguntó por su salida?

Ahora bien, el cuerpo lo encontró un interno en los botes de basura, pero no sabemos cuántos días llevaba ahí. La necropsia arrojó que murió de asfixia mecánica por sofocación.

Y si falleció entre el 7 y el 11, ¿cómo es que nadie nunca escuchó llorar al bebé, o fue su llanto lo que provocó que fuera asfixiado?, ¿de quién era ese pequeño?, ¿y por qué las cámaras de vigilancia del penal no captaron nada?

El Cereso De San Miguel tiene una capacidad para dos mil 100 internos; su sobrepoblación es de 40 por ciento, con más de tres mil reclusos masculinos. Cuenta con al menos 350 mujeres internas, pero, hasta donde se sabe, ninguna tiene hijos viviendo con ellas en la cárcel.

Este lugar está marcado por el descontrol, la inseguridad y la corrupción. En lo que va de esta administración estatal han cambiado dos veces al director.

Vuelvo al caso del bebé, ¿qué es lo que podemos esperar de las autoridades en cuanto al esclarecimiento de este hecho sin precedentes, en el que un bebé ingresa a un penal obviamente en los brazos de alguien, luego es asesinado, lo desechan como basura y resulta que nadie nunca se dio cuenta de que el pequeño estaba ahí y quién sabe cómo llegó y por qué le quitaron la vida?

Esto es muy sencillo de ver: el menor fue asesinado al interior del penal de San Miguel, no sabemos si lo metieron o ya estaba ahí o si era de alguna de las internas, y si hay más niños, hijos de las mismas reclusas. Lo único que sabemos es que ninguna madre ha reclamado su cuerpo ni ningún otro familiar. ¿Será posible?

POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84

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