Misión Especial

Angela Merkel

"Nunca la subestimen", aprendieron opositores de la canciller alemana, lideresa del mundo occidental

Angela Merkel
Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Todo se ha dicho ya sobre Angela Merkel: “la lideresa del mundo occidental”, “la mujer más poderosa del mundo". Les comparto una visión personal de esta figura que considero excepcional.  

Al poco tiempo de iniciar mi gestión como embajadora de México en Dinamarca, Angela Merkel llegó a la jefatura de gobierno de Alemania.

Durante esos años, pude ver cómo la tradicional dupla Alemania-Francia en la conducción de la Unión Europea se diluyó hasta evidenciar que la Unión Europea bailaba al son que tocaba Alemania. No sólo por ser el país más grande de la UE sino por el liderazgo de Angela Merkel.

En 2009, durante la fallida cumbre de cambio climático en Copenhague (COP15) la vi reunida con un grupo pequeño de países para lograr consensos y sacar adelante la reunión, en un cuarto pequeño, en el que estaban sentados Obama, Merkel, Putin, entre otros. La cumbre no pudo adoptar un documento final, pero sentó las bases para el posterior progreso que culminó en el acuerdo de París.

Criticada por su visión conservadora de la economía favorable al no endeudamiento y la austeridad, contó con el apoyo de los países europeos del norte, como Dinamarca, Finlandia y Países Bajos, para prevalecer en la conducción de la economía de la UE, que llevó a la división entre los países del norte y los del sur, a los que se calificaba de despilfarradores, corruptos, carentes de disciplina fiscal.

En momentos de gran dificultad como la crisis griega y la financiera de 2008, el liderazgo de Angela Merkel junto con el Banco Central Europeo mantuvo la estabilidad del euro, de la UE y del sistema financiero internacional.

Como embajadora en Turquía en 2015, se produjo la crisis de refugiados sirios por la guerra civil en ese país. Millones   llegaron a Turquía, muchos se quedaron, otros cruzaron para tratar de internarse en Europa.

Turquía abrió sus puertas hasta que le fue imposible llevar todo el peso de más de tres millones de refugiados. Alemania, a contrapelo de otros países europeos, también asumió su responsabilidad y en cuestión de meses llegaron a dicho país un millón de refugiados.

Ante la avalancha, Angela Merkel fue criticada, su popularidad llegó a un mínimo. Pero mantuvo su posición de rechazo a todo muro, por su recuerdo del oprobioso Muro de Berlín, así como su empatía con los refugiados y los que huyen de regímenes represivos en busca de libertad.

Al final del 2015 tuvo lugar la cumbre del G-20 en Turquía. Las delegaciones de Alemania, México y España nos alojamos en el mismo hotel. Por las mañanas se servía el desayuno-buffet a todos por igual. Vi a la poderosa canciller alemana hacer fila con su plato como cualquiera de nosotros, discreta, con su tradicional vestuario de pantalón oscuro y un saco de color.

Merkel fue figura central en toda reunión internacional. Su presencia ayudaba a construir consensos. Su compromiso con la democracia y la libertad eran garantía. Sin estridencias, sin tomar riesgos innecesarios.

Angela Merkel se retira en la cúspide, con tasas de aprobación del 80%. Su partido perdió en las elecciones del domingo y llevará tiempo armar la necesaria coalición para formar nuevo gobierno. Angela Merkel guiará a Alemania unas semanas más.

Angela Merkel, cuya figura guía fue Marie Sklodowska Curie, es ya emblemática para muchas de nosotras. La prueba fehaciente de que una mujer es capaz de estar al frente de un país, construir consensos, lograr desarrollo económico con discreción y dignidad.

POR MARTHA BÁRCENA COQUI
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@MARTHA_BARCENA

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