Mientras que para algunos son más cómodos los beneficios y la facilidad de uso de los relojes automáticos, hay un romanticismo en la propiedad de aquellos de cuerda manual, que para muchos sigue siendo un gusto tener y disfrutar. Esta categoría no se limita a relojes de vestir antiguos, existe una gran variedad de piezas modernas con la característica de ser de cuerda manual.
PaneraiRadiomir 1940
› Dando un paso a algo "clásico", es difícil equivocarse con Panerai en esta categoría. Ésta es una de las pocas marcas de lujo que han ofrecido más relojes de cuerda manual que los automáticos. Todo esto se remonta a la adopción temprana de la marca de los movimientos (ETA) 6497 para sus relojes, en los primeros días. Cuando Panerai vio su renacimiento en 1998, esa nostalgia del movimiento manual se llevó adelante. En este Radiomir 1940, el calibre P.1000 utiliza una rueda de equilibrio glucydur antimagnético, y entrega una reserva de marcha de 72 horas, utilizando un par de barriles de resorte principal.
Jaeger-LeCoultreDuomètre à Chronographe
› La colección Duomètre de JLC es una de esas serie de relojes que realmente necesita más crédito. Un poco de un proyecto de investigación convertido en una colección, lo que la marca se propuso hacer fue separar los trenes de engranajes y las fuentes de alimentación de la complicación del reloj de las indicaciones de tiempo que acompañan.
F.P. JourneChronomètre à Résonance Limited Edition
› Una de las piezas de cuerdas manuales más notables que Journe haya creado jamás: el Résonance. Cualquiera de sus relojes son una delicia visual, dada la forma en que están diseñados, pero el Résonance es espectacular. Un par de ruedas de equilibrio, basándose en el principio teórico de breguet de resonancia en la relojería, cada uno conduce una indicación de tiempo por separado, y con la ayuda de la resonancia, las dos balanzas se mantienen en sincronía.
VacheronConstantinHistorique Triple Calendrier 1942
› La línea Historiques de Vacheron merece más atención de la que recibe. Esta referencia del Triple Calendario de 1942 es una reedición fiel, cuyo único cambio dramático es su tamaño de caja (aumentado a 40mm). Cuanto más mires, más detalles notables descubrirás, incluyendo sus asas soldadas, su estuche escalonado y su simple pero elegante movimiento de cuerda.
POR FABIOLA PÉREZ RICO
COLABORADORA
@fabiola_perezrico
PAL
