Pemex perdió —según la calificadora Moody’s— un grado en su calificación de deuda al pasar de Ba2 a Ba3 con perspectiva negativa. Aunque los bonos de Pemex no han sido declarados bonos chatarra, pues se requiere que 2 de 3 calificadoras lo hagan. Los argumentos de Moody’s son muy fuertes: la política energética, inversiones sin retorno suficiente, subsidio de gobierno, nivel de endeudamiento y debilidad por flujos. Así, la incertidumbre en general y la duda respecto de la capacidad de Pemex para cubrir su deuda, pueden afectar también la percepción de riesgo del país.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE
dza