DESDE AFUERA

¿Y dónde está el embajador?

La confirmación legislativa del exsenador y exsecretario del Interior está pendiente aún. Más de 40 diplomáticos esperan su aprobación

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A seis meses de inaugurada la administración del presidente Joe Biden y a un mes de haber nombrado a Ken Salazar como el nuevo embajador de EU en México, la fecha más próxima para que el representante estadounidense llegue, si acaso, está entre septiembre y octubre.

La confirmación legislativa del exsenador y exsecretario del Interior está pendiente aún.

Y no, de entrada al menos no se trata de un desdén a México, de una manifestación de desacuerdo respecto al gobierno o de irritación por las políticas mexicanas.

Se trata, simple y llanamente, de un ejemplo más de los problemas y la discordia que afectan al cuerpo político estadounidense, que se refleja en la práctica partisana de obstaculización en el Congreso y su eco en el Departamento de Estado.

Más de 40 embajadores estadounidenses en el mundo están a la espera de confirmación en el Senado. La política exterior solía ser una en la que ambos partidos tenían, o buscaban al menos, un relativo consenso. Pero ya no es así.

Por lo pronto, funcionarios de la administración y los demócratas acusan a los republicanos de ser el problema, y de acuerdo con algunas fuentes, estos admiten responsabilidad al menos parcial.

Pero gobierno, demócratas y republicanos señalan específicamente al senador Ted Cruz, republicano de Texas, de bloquear las nominaciones para exigir que el gobierno de Joe Biden imponga sanciones a Moscú que obliguen a la cancelación de la construcción del gasoducto NordStream 2, que va de Rusia a Alemania y que incrementaría la dependencia europea de los energéticos producidos en Rusia.

Pero es un tema en el que Estados Unidos tiene muy poca vela, aunque les gustaría más que los europeos dependieran de sus propias exportaciones de gas, al margen que el NordStream 2, el segundo de su tipo a través del mar Báltico, está casi terminado.

Así, el gobierno de Biden, demócratas en el Congreso y legisladores republicanos lo saben. Pero Cruz no se quiere enterar porque es una forma de ejercer poder y llamar la atención sobre su figura, y según sus críticos, sus ambiciones políticas.

Pero las cosas son así. Hace cinco años, un bloqueo del senador republicano Marco Rubio demoró por un año la llegada de la embajadora Roberta Jacobson, porque la diplomática, como subsecretaria de Estado para Asuntos Interamericanos, fue parte de la política de apertura de Barack Obama a Cuba.

Puede decirse que tanto la legislatura de EU como el gobierno de Biden tienen problemas más complicados y urgentes que la llegada de un nuevo embajador a México. Pero no quiere decir que lo ignoren... 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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