A FUEGO LENTO

Un fracaso de la 4T: La compra de medicamentos

Incumple la Organización de las Naciones Unidas a México, por lo que el gobierno federal cambia la estrategia para hacer frente al desabasto

OPINIÓN

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Alfredo González / A Fuego Lento / El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Como si se tratase de un paciente con una enfermedad crónica, podríamos decir que la estrategia para comprar medicamentos en el extranjero, a través de la ONU, está completamente desahuciada. Éste es uno de los peores fracasos de la 4T y, en breve, se modificará el acuerdo suscrito con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), mediante el cual pretendían adquirir fármacos fuera del territorio nacional.

La próxima semana, el gobierno de López Obrador, con todo el pesar de sus pesares, dará a conocer la nueva estrategia en la materia, que incluye negociaciones incluso con laboratorios y firmas que despreció y desprestigió públicamente. Fue hace dos años cuando la administración federal firmó el convenio con la UNOPS para ese fin y la adquisición de equipo médico y vacunas. El objetivo era arrebatar a farmacéuticas y comercializadoras el monopolio de la venta y distribución en México. El propio Presidente las acusó de corrupción y de boicotear el abasto, antes, durante y después de la pandemia.

No sólo eso, en 2020 la Secretaría de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval, inició investigaciones por las mismas razones en contra de las empresas PISA, GRUFESA, MAYPO, DIMESA y LOMEDIC. Algunas fueron sancionadas, administrativa y económicamente, y otras promovieron amparos; no obstante, podrían regresar a ser proveedoras de las instituciones de salud.

De acuerdo con un alto funcionario del gobierno federal, el acuerdo con la UNOPS ha sido uno de los grandes errores de la 4T, pero nadie saldrá a reconocerlo públicamente.

El error radica en que el organismo internacional carecía de toda experiencia, en la compra consolidada de medicamentos, y quiso “estrenarse” en esa gestión con el gobierno de AMLO; sin embargo, el resultado es un desastre.

El gobierno canceló contratos con “viejos” proveedores, y eso, junto con la pandemia, provocó uno de los mayores desabastos de medicamentos en México, incluidos los tratamientos para niños con cáncer. Hoy existe una danza de cifras sobre supuestos cumplimientos de la UNOPS, pero más allá de eso, la realidad es que anaqueles de clínicas y hospitales del sector Salud tienen un déficit importante de medicamentos, material de curación y vacunas.

Algunos institutos como el IMSS, que dirige Zoé Robledo, y el ISSSTE, de Luis Antonio Ramírez, hacen malabares para comprarlos donde se pueda, a precios más altos.

Salió más caro el caldo que las albóndigas, mientras que los funcionarios que tuvieron la “brillante” idea de encargar esta tarea a un organismo como la ONU están calladitos. Y de los responsables del sector, Jorge Alcocer, y el impresentable Hugo López-Gatell, ni sus luces.

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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Los funcionarios son como los libros de una biblioteca: los que están en lugares más altos son los que menos sirven”.

POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ

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