Hoy en día, aproximadamente hay más de mil millones de armas en posesión activa en el mundo. Se calcula que el 75% está en manos de civiles, cuyo resultado es el fallecimiento de alrededor de mil personas cada día por disparo con arma de fuego. En nuestra región, más del 70% de los homicidios violentos está relacionado con un arma. En México, estos se registran como la primera causa de muerte entre adolescentes, jóvenes y adultos, entre los 15 y 44 años, según datos de 2020 del Inegi.
La violencia armada implica daños irreparables y secuelas en el tejido social; lesiones y pérdidas humanas en un contexto de salud pública; afectación a la calidad de vida; y costos para su atención en los tres órdenes de gobierno y para el sector privado. Hacer frente a estos efectos de la violencia por armas de fuego es prioritario en el marco de la estrategia de seguridad del presidente López Obrador y la construcción de la paz en México.
México ha enfatizado en mecanismos internacionales, como el Tratado sobre Comercio de Armas (ATT, por sus siglas en inglés), la necesidad de establecer estándares comunes para un comercio internacional confiable, que reduzca las transferencias ilegales y promueva mejores prácticas, tales como certificados de usuario final; análisis de riesgo; uso de herramientas tecnológicas adecuadas para reportes y diagnósticos; y fortalecer el marcaje y registro de las armas de fuego y municiones, a fin de debilitar las redes de traficantes de armas. Nuestro país ha promovido el intercambio de información, fomentando las políticas de transparencia y construcción de capacidades en las instituciones que hacen frente a la delincuencia organizada.
Una de las prioridades de la Cancillería mexicana ha sido facilitar la vinculación con mecanismos y agencias internacionales, para el fortalecimiento de capacidades técnicas y operativas de diversas autoridades nacionales. Ejemplo de ello son los recursos que ofrece el ATT, mediante el Fondo Fiduciario Voluntario, para ayudar a la consolidación de una plataforma de registro y control de flujo de armas en México. También, desde febrero de 2021, se han desarrollado acciones con las agencias de cooperación francesa y alemana, mediante EUP2P ATT Outreach Programme, en 8 dependencias del gobierno federal, en materia de desvío de armas, explosivos, municiones y componentes.
Por otra parte, es fundamental dar visibilidad a la relación de la violencia de género y la violencia armada. En Latinoamérica se ubican 14 de los 25 países más peligrosos para las mujeres. Se estima que 6 de cada 10 feminicidios son perpetrados con arma de fuego. Sin duda, la pandemia de COVID-19 ha contribuido al alza en los índices de violencia en entornos familiares. En atención a esta grave situación, en colaboración con el Centro Regional de la ONU para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina, se capacitará en perspectiva de género a diversas instancias de la FGR, en el área de investigación de delitos con armas de fuego.
El Gobierno de México reitera la importancia de profundizar las sinergias y el entendimiento entre instrumentos y foros internacionales que abordan el desvío de armas y sus efectos en nuestras sociedades. La coordinación interinstitucional y brindar mejores herramientas para enfrentar a la delincuencia organizada son el camino para recuperar y construir la paz necesaria en el país.
JORGE MARTÍNEZ FALCÓN Y DIEGO FLORES JIMÉNEZ
DIRECTORES EN LA JEFATURA DE OFICINA DEL SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES
@SRE_MX
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