Lo corrupto o corrompido es lo opuesto a íntegro, completo o debido según sea la materia, pero en cualquier caso se refiere a un estado de descomposición o pérdida de cualidades esenciales. Por ello, en materia social y política es conveniente reconocer y no atacar a quien evidencie con objetividad esa situación, pues no reconocerla impide su eliminación, encubre y peor aún protege a quienes la provocan o se benefician de ella. ¡Evidenciarla no es ataque, es ayuda!
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE
dza