AYER PENSABA DISTINTO

Golpe de Estado

El presidente no teme que haya un golpe, en realidad lo ansía para poder defenderse envuelto en la bandera

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

A AMLO y su equipo les gusta hablar de golpes de Estado.Lo hacen en conferencias de prensa, en entrevistas, en mesas de análisis y en redes sociales. Para ellos, la decisión del INE de suspender la transmisión de algunas conferencias mañaneras por violar la veda electoral eran un “golpe de Estado técnico”;el financiamiento de Estados Unidos a las organizaciones de la sociedad civil y a periodistas en México tiene “fines golpistas”; los reclamos por la falta de medicamentos para niños con cáncer son parte de una “narrativa de Golpe de Estado”, que además ha quitado gobiernos en América Latina.

Y cuando no son golpes, son conspiraciones desde el extranjero, como el grupo opositor “BOA”, que el presidente denunció sin pruebas en una mañanera hace poco más de un año y el cual, según él, estaba conformado por periodistas, políticos e intelectuales que cabildeaban en Washington para debilitar su gobierno y sacarlo del poder en el 2022. En la mente obradorista, hay una intensa batalla contra quienes quieren quitarlo por la fuerza.

El discurso del “golpe” no solo es un fantasma contra el cual lucha nuestro gobierno… es también el mensajea través del cual se filtran los fracasos cotidianos. En este sexenio, en el discurso oficialista, no ha habido fallas y deficiencias… solo ha habido “ataques” por parte de la prensa y la oposición mezquina que no lo quiere en la silla presidencial. López Obrador no puede entender que el país no se haya resuelto con su simple llegada, que recortando sueldos de funcionarios no alcance el dinero para dar cobertura total de salud o que la violencia criminal no se reduzca dando capacitaciones de empleo a los jóvenes que no estudian ni trabajan. La amenaza del“golpe” es una salida discursiva ante un gobierno fallido.

AMLO, que siempre se ha querido medir con los grandes de la Historia, necesita un final heroico para su narrativa…porque para él y sus seguidores, no puede haber nada peor que lo que se avecina: un final de sexenio mediocre y el repudio en las urnas del pueblo que alguna vez lo aclamó en las plazas y avenidas.

El presidente no teme que haya un golpe, en realidad lo ansía para poder defenderse envuelto en la bandera. Se imagina su monografía de borde azul en las papelerías y la portada con su rostro en un libro de Historia de la SEP… él, quien defendió a la Patria y quien venció a los conservadores convertido en un referente para los niños en las asambleas escolares.

AMLO quisiera estar todos los días recorriendo el país en mítines y gritando consignas, o tal vez tener que huir, con un gobierno itinerante como lo hizo Juárez.Nunca se imaginó ser un presidente más, que saliera por la vía democrática después de un sexenio de fracasos.Y, para colmo, con una oposición que no le pide que se vaya, sino que se quede y responda por su gobierno… en fin, que haga su trabajo.

POR FERNANDA CASO 
FERNANDACASO@HOTMAIL.COM
@FER_CASO

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