COLUMNA INVITADA

Estimaciones económicas en México para 2021

Presidente del Instituto Nacional de Administración Pública

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La macroeconomía en el mundo ha sido un tema de amplio análisis y mucha reflexión en cualquier país que se quiera revisar. Los diferentes indicadores de desempeño pueden llegar a brindar un amplio panorama sobre la nación que se este estudiando. Los datos no pueden ser exactos, pero siempre abonan a dilucidar el panorama al que se pude enfrentar un gobierno al momento de tomar decisiones en el mediano y largo plazo.   

En este orden de ideas, en días recientes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), proyectó al alza las estimaciones de crecimiento para México de este y el siguiente año. Este organismo calculó que la actividad económica en el país crecerá 5 por ciento en 2021, justamente arriba del 4.5 por ciento previsto hace tres meses; y para 2022, apunta a un avance de 3.2 por ciento, también al alza respecto al 3 por ciento publicado previamente. Esta descripción es interesante, aunque coyuntural en su esencia funcional. 

Es necesario explicar este último punto.  

El aumento en las previsiones responde a que las exportaciones manufactureras se encuentran por arriba de los niveles previos a la pandemia –como efecto de la recuperación económica en Estados Unidos, un fenómeno netamente coyuntural– y han impulsado el crecimiento en la primera mitad de 2021; mientras el consumo interno se fortalecerá gradualmente, ayudado por las remesas y el despliegue de vacunas, hacia la segunda mitad del año y a lo largo de 2022. 

Pero, entonces una vez que el flujo comercial logre estabilizarse en el contexto internacional y regional ¿cuál será el siguiente paso? 

La respuesta es difícil de dilucidar, lo que, si está claro, es que, por ahora, de acuerdo con las Perspectivas Económicas publicadas por la OCDE, el producto interno bruto (PIB) de México en el último trimestre de 2021, aún se encontrará 2 por ciento debajo de lo reportado en el mismo periodo de 2019; esto lo hace el quinto con mayor decrecimiento entre economías pertenecientes a esta organización, sólo detrás de: Argentina, Sudáfrica, España e Italia. Este indicador por lo que puede apreciarse no es nada positivo, pero podría sufrir modificaciones de manera acelerada en los siguientes meses. 

En este mismo sentido, el consumo en México se ubica 6 por ciento debajo de los niveles en los que se encontraba previo a la pandemia, incluso con un crecimiento en el flujo de remesas, y la inversión –que se habían reducido desde 2018– es inferior 13 por ciento. En este contexto, de acuerdo con la OCDE, acelerar la campaña de vacunación es fundamental para revitalizar la recuperación, aunque sería bueno agregar en este mismo orden de ideas, que el fortalecimiento de la dinámica de consumo interno no tendrá buenos resultados sino se incentivan las condiciones para crear más fuentes de empleo de manera formal. La reforma fiscal podría ser otro motor que agilice la recuperación económica nacional.  

Por otra parte, se ha mencionado que el mercado laboral se está recuperando gradualmente y el subempleo se encuentra por encima de su nivel prepandémico. Hasta ahora, se han perdido casi 550 mil empleos formales desde el inicio de la emergencia sanitaria y las brechas de género en la fuerza de trabajo han aumentado debido a que las mujeres se vieron afectadas de manera desproporcionada por la crisis. Este será uno de los retos más significativos de las autoridades económicas en el país por delante. Tratar de incluir de manera más rápida a las mujeres en la recuperación sostenida y positiva de la economía nacional. 

Por último, se informó que la inflación subió en la primera mitad de 2021, debido a un efecto de base baja y al incremento en los precios de la energía, pero puede ser más alta de lo anticipado, lo que mermará el poder adquisitivo, particularmente de hogares vulnerables. Este fenómeno debe monitorease continuamente para evitar sorpresas intempestivas o un ciclo de ralentización crónica. 

Por LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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