DESDE AFUERA

México y EEUU: Obligados a la cercanía

La situación geográfica de nuestro país y sus posibilidades de acceso al mercado estadounidense, favorecieron la llegada de inversiones externas

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En muchos sentidos, Estados Unidos y México comparten ya una economía profundamente interconectada, regional de hecho, pero en la cauda de la pandemia de COVID-19, han optado cada uno por posturas orientadas hacia adentro, con ideas de nacionalismo y hasta autosuficiencia.

El hecho es que ambos países deben medir hasta dónde llegar con esas posturas, porque enfocarse sólo en lo doméstico, "a expensas de la cooperación regional en América del Norte sería un error", afirmó un reporte de la Universidad de San Diego, para el cual la sincronización alcanzada ha ligado de tal forma a las economías de los dos países que experimentan ciclos de crecimiento y recesión casi al mismo tiempo.

"Nuestra competitividad está ligada", añadió el texto. 

El análisis puede ser correcto o no, pero el documento subraya la profundidad de los vínculos económicos entre los dos países, por un hecho que de tan conocido puede ser puesto de lado en el marco de una gigantesca relación comercial: la mitad de ese intercambio "consiste en insumos para la producción, piezas y materiales que se mueven de un lado a otro de la frontera, ya que las dos naciones coproducen de todo, desde automóviles hasta cerveza".

Pero ese vínculo no es fácil, y así como tiene ventajas crea dificultades.

En términos de hecho, como todo, obliga al examen de costos y conveniencias, que puede ser puesto de lado, pero no ignorado y menos aún por México, que es el socio más pequeño y, por tanto, el lado más vulnerable en la ecuación.

La diferencia relativa de tamaños económicos ilustra el problema: 80% del comercio exterior de México se realiza con Estados Unidos. Pero tal como anota el documento de la Universidad de San Diego, buena parte del comercio bilateral está compuesto por las cadenas de producción integradas.

Además, la situación geográfica de México y sus posibilidades de acceso al mercado estadounidense, amén de un mercado interno nada despreciable, favorecieron la llegada de inversiones externas interesadas en producir para el mercado norteamericano. 

En términos políticos, la posición de México es favorecida por su posibilidad de tener impacto en temas importantes para el país vecino.

En lo inmediato está ciertamente la migración y frontera, convertido ahora en una papa caliente para el gobierno de Joe Biden, y para cuya resolución necesita de la colaboración con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

El hecho de que haya población de origen mexicano, unos 11 millones por nacimiento y unos 38 millones por ascendencia, es un factor de importancia en las consideraciones políticas estadounidenses, en especial para los demócratas de Biden, aunque también para un gobierno mexicano que se beneficia de ellos y debe esforzarse por mantener buenos vínculos.

Así pues, la conveniencia geopolítica y la realidad económica indican que es preferible un aliado, tan irritante como sea, que un adversario.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

dza